* Tovar, feria de toro y toreros de cartel, es la cita más taurina de la geografía nacional. Este año Picazo y “El Califa” dejaron sello de toreros de gran cartel, junto a la ganadería de “Paispamba”
por: Antonio Arteaga “Arteaguita” - El Periodiquito - Maracay
La feria de Tovar, la más antigua y añeja de la geografía del toreo nacional, sirvió para que se catapultaran en la cima del bello arte de “Cúchares” dos toreros de ferias grandes, quienes con sus inmaculadas formas de interpretar el toreo bueno - ese que atesoran los “elegidos” en la tauromaquia- contagiaran de buen gusto a los verdaderos aficionados, que cubrieron los escaños de La Sultana del Mocotíes en Mérida, “La Ciudad de los Caballeros” y Las cinco Águilas Blancas. Ellos: por España, Gabriel Picazo, embutido en un bello terno palomo y plata; y Hassan Rodríguez “El Califa de Aragua” enfundado en un traje rosa y oro, sellaron con ribetes de oro fino, faenas que se quedaron tatuadas en el recuerdo de quienes llenaron los escaños del policromático coliseo del Llano.
PICAZO CRECIDO
Como un torbellino, llegó el clásico Gabriel Picazo, para presentarse en Tovar, ante una arrogante corrida de “Paispamba”, con astados para hombres dispuestos a jugarse la vida en busca de la gloria para cruzar a hombros el dintel del La Puerta Grande. Dos toros de distintas acometidas; un burriciego que perdía los engaños; y uno enrazado y encastado que exigía torería y dominio, Y, allí surgió la torería, suavizando con templados pases por bajo, para atemperar la brusquedad del animal. El peligro en cada tanda se fue perdiendo por el dominio del torero, y rompió la música de “Puerta Grande” esa que cruzó a hombros cuando le concedieron los dos apéndices, mientras le honraban al bravo toro con el arrastre lento.
HASSAN CON “LA ESCOBA”
La mala leche de algunos, fueron a ver fracasar a “El Califa de Aragua” pero se vinieron con los crespos hechos. Hassan, no se viene abajo, dos toros a contra estilo, le correspondieron en el sorteo; “El Califa” tiene personalidad en su tauromaquia y se desprende de los roba aplausos y “pega pases” del pelotón de la vulgaridad. En Tovar, solo necesitó, que le embistiera el segundo de su lote, para “cincelar” tres verónicas lentas, peinando la arena, cerradas con una abrochada media verónica a la altura de la cintura, al estilo “Romerista” o Curro Vázquez, “El Arte Rubio del Toreo” para hacer, entender la catadura de su tauromaquia.
PASODOBLE CAMINO DE ROSAS acompañó la faena del Califa de Aragua
Pero lo bueno y exquisito, del “Califa” lo señaló con la pañosa, en esos cuatros pases por bajos, de muñecas rotas frente a la autoridad; pases rematados con un lento “KikiriKí” en los medios del bello coso; sobre la mano izquierda “sublimizó” el pase natural, para que rompiera el bello pasodoble “Camino de Rosas”; con la derecha, templados redondos y entorchados pases de pecho, por que el animal se apagó rápido; pero también en el toreo, la brevedad se agradece. Porque lo grande ya estaba consumado por un nuevo torero venezolano, que en los carteles se anuncia Hassan Rodríguez “El Califa de Aragua”.
LOS DE PLATA EN SU SITIO
Cierto es, que los banderilleros, no cortan orejas, pero ayudan a cortarlas con su efectividad capotera; y esto fue lo que sucedió en la internacional Feria de Tovar 2013, donde salió el toro con edad, peso y bravura, que envió a la enfermería con cornadas, a los subalternos, Jesús Nadales, Gustavo Padrón, Ángel Alvarado y el matador merideño José Miguel Parra. Pero ellos saborearon las mieles del triunfo cuando fueron ovacionados en cada par de banderillas. Y de forma muy especial el joven Luis Miguel Broy.
Bien, así continúa por las alturas “La Bien Llamada Cantera de Toreros de Venezuela”.
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