Jesús Enrique Colombo, abandonado por la autoridad y por sus propios compañeros alternantes en la plaza. Su dignidad creció ante la cobardía de los matadores en el cartel.
tomado de: blog elvitoalostoros
La Comisión Taurina de Tovar, sus integrantes que en un momento se creyeron "autoridad" cuando simplemente son "delegados de la autoridad" se me parece a lo sucedido hace 20 meses con la tripulación del buque Costa Concordia, recientemente desencallado en las playas de la isla de Giglio.
Recordarán ustedes que el Capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, provocó el accidente por impericia profesional, al acercarse demasiado a isla italiana de Giglio, y abandonando su puesto de trabajo, por cobardía. La cobarde actitud del capitán Schettino, generó en su contra causas que le juzgan por cargos que van desde el homicidio imprudente, al abandono del barco.
Igual que lo ocurrido con la Comisión Taurina de Tovar, que se marchó de su palco cuando ocurrían los hechos en el ruedo. No deja de asustarnos, más que asombrarnos, el que un grupo de personas que nosotros hemos tratado y considerado honorables y honestos ciudadanos, hayan respaldado el mandato anticonstitucional, del brazo del régimen representado por la Defensoría del Pueblo.
Todos formaron un batiburrillo ante la actitud valerosa de un niño, Jesús Enrique Colombo -de 15 años de edad- que se plantó y dio la cara y el pecho, ante un grupo de “robocops” armados; unos esbirros tipo Cuba, violentos con macanas y manoplas, que asumiendo el rol de la autoridad violentan el derecho a la Patria Potestad de los padres de un niño torero para apoyar con la violencia la insensatez de un gobierno ciego, sordo y mudo con lo que ocurre con los niños en Venezuela.
Afortunadamente Jesús Enrique Colombo pudo actuar, y lo hizo triunfalmente en Tovar. Lo hizo amparado por la voluntad del pueblo que rechazó la violencia de los esbirros del gobierno y de la fuerza armada; siempre apoyado por la verdadera autoridad en la plaza que no es otra que la del Alcalde de la Ciudad de Tovar: Lizandro Morales.
Estos señores que dieron la espalda a sus obligaciones, se lavan la cara ahora y se reúnen alrededor de buenas copas de miche para otorgarle premios y trofeos a los profesionales participantes en los festejos de la Feria de Nuestra Señora de Regla de Tovar. Su obligación fue la de actuar, a favor o en contra, de lo que ocurrió en la plaza de toros de El Coliseo en Tovar el 14 de septiembre del año en curso.
Nuestros compañeros de la información taurina nos remiten la lista de los "premiados", lista que no publicamos porque de hacerlo avalaríamos la farsa en la que pretenden convertir la Fiesta de los Toros, herida y humillada por los propios actores en los escenarios venezolanos.
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