El mexicano Efrén Rosales fue el máximo triunfador de la novillada benéfica celebrada en el Coliseo El Llano de Tovar, en festejo que contó con novillos de varias ganaderías. Foto: Jorge Cepeda
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Efrén Rosales fue el novillero más destacado de la noche gracias a sus buenas maneras y contundente espada. Lidió uno de los novillos más serios del festejo, un astado de Santa Fe que tuvo clase y al que el azteca saludó con dos largas cambiadas de rodillas. Tras un ceñido quite por gaoneras, Rosales destacó por su oficio, que le permitió colocarse bien, tocar con precisión, enganchar por delante y llevar con trazo largo la embestida de “Hinojoso”. Varios de los naturales del joven diestro fueron kilométricos, por largos, hondos y buenos. Cobró una excelente estocada ejecutada con inteligencia a dos tiempos, dejando meter la cara en el engaño al noble novillo para a continuación volcarse sobre el morrillo. Dejó una magnífica impresión.
José Antonio Salas, que abrió plaza, lidió un novillo de Los Aranguez chico pero encastado. El joven diestro destacó en dos series de naturales, en las que dejó patente buenas maneras, a pesar de que su aun escaso oficio no le permitió redondear su labor, ya que entre la búsqueda de terrenos adecuados y ciertos desajustes perdió tiempo valioso. Es cuestión de seguir toreando.
Ángel Miguel Guía saludó con dos largas cambiadas a un noble novillo de Juan Campolargo con el que disfrutó como si estuviese en un tentadero. Al muy chico “Gladiador” le toreó con gusto, temple, suavidad y reposo el joven Guía, que con oficio de sobra se le vio feliz, y no era para menos ante la dulzura del terciadisimo animal. La poca caja del astado hizo que la buena estocada del torero asomara y ahí perdió un posible trofeo.
Con un serio y complicado novillo de La Punta, Carlos Sulbarán fue todo valor y ganas, poniendo sobre el tapete una gran entrega. Pero pudo hacer pocas cosas, ya que el astado con el viaje corto y claro peligro, no fue el más propicio. Sulbarán lo intentó todo, sufrió volteretas y achuchones, no volvió la cara, y eso es digno de elogio. Se atascó con el descabello y escuchó dos avisos.
Alejandro Barragán fue todo ardor, deseos y ganas, pero de momento sus formas toreras son aceleradas y sin reposo. A mil por hora ante un encastado ejemplar de El Rocío, Barragán bulló con el capote y las banderillas, pero se le vio poco asentado con la muleta. Avispado y hábil, conectó con el público aun sin quedarse quieto y dar un solo muletazo en condiciones. Tiene carisma y pudo salir con decoro del compromiso.
Cerró la novillada Gabriel Vivas, muy voluntarioso pero con escaso oficio. Pasó fatigas a lo largo de la lidia y sufrió varias volteretas.
FICHA DE LA NOVILLADA
Viernes 06 de septiembre de 2013
Plaza de toros de Tovar.
Viernes 6 de septiembre.
Novillada benéfica nocturna.
Menos de un cuarto de entrada en noche fresca.
Novillos de: Los Aránguez (encastado y difícil) Juan Campolargo (noble y con clase), Santa Fe (serio, encastado), La Punta ( muy complicado), El Rocío (encastado) y La Punta (encastado).
Pesos: 301, 242, 346, 340, 270 y 236 kilos.
José Antonio Salas, de negro y pasamanería blanca: Vuelta.
Ángel Miguel Guía, de grana y oro: Vuelta.
Efrén Rosales, de marfil y oro: Dos orejas.
Carlos Sulbarán, de blanco y oro con remates negros: Palmas tras dos avisos.
Alejandro Barragán, de blanco y oro con remates negros: Palmas.
Gabriel Vivas, de salmón y azabache: Silencio.
Efrén Rosales, que salió a hombros, se presentó en Venezuela con el novillo “Hinojoso”, número 56, castaño oscuro.
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