por: José Cisneros / 'Del toro al in finito' - Baeza, 28 de Junio de 2015.
Grandiosa novillada. Posada de Maravillas, Colombo y Risoto a hombros con el ganadero.
José Cisneros / 'Del toro al in finito'
Baeza, 28 de Junio de 2015.
Algunos que no vieron el festejo de Las Navas de San Juan, y ante el resultado que se publica, podrán pensar en triunfalismos atávicos pueblerinos ante un espectáculo festero. Pues no, estaría muy equivocados. Naturalmente que la plaza de Las Navas no es Las Ventas como tampoco los son otras como Badajoz, Alicante o Soria que también celebran sus ferias en estas fechas sanjuaneras en honor del Bautista, ni los toreros fueron "la voz que clama en el desierto" ante la supuesta frivolidad de un público en fiestas. Tanto el extremeño Posada de Maravillas, como el tachirense Jesús Colombo, acompañados del local becerrista Antonio Luis Risoto expresaron su verdad frente a novillos de Hnos. Collado Ruiz (el 1º de Colombo de Jimémez Pasquau) alcanzando un triunfo legítimo en una tarde memorable para los naveros que salieron entusiasmados de este coso encalado, un islote entre un verde mar de olivos, bajo un calor implacable que hizo el lleno en los tendidos de sombra enfrente de la despoblada "parrilla de San Lorenzo" de la solanera.
Gran ambiente en el despeje de plaza por los alguacilillos de corto y ala ancha, previo desfile de la magnífica banda de música municipal. Y yo tan contento por estar, una vez más, con mi amigo Juan Lamarca en los toros. Todos expectantes ante un triunfador de San Isidro, como Posada de Maravillas, un venezolano ya con aureola, Jesús Enrique Colombo, del que hablan y no paran, y un niño llamado Antonio Luis Risoto, becerrista local y un incógnita. Los novillos de la parte picada bien presentados y de buen juego en general destacando el encastado y bravo 4º.
Y ahí saltó Posadas de Maravillas, ya recuperado felizmente de su gravísima lesión de tendones en su brazo derecho que le tuvo apartado las dos última temporadas, saló el primero, para recibir con variedad de capa al castaño primero, con escasa clase pero noble y con movilidad, que cumplió en varas y "sirvió" para la muleta, aunque con poca trasmisión que impidió que la faena alcanzara mayores vuelos aunque sí los suficiente para el nieto del recordado Juan Posada lo lidiara sobre ambas manos y con remates vistosos y variados, para cobrar una entera en lo alto que le llevó a las manos la primera oreja de la tarde.
Mejoró su segundo oponente y también mejoró el torero, muy entregado ante la briosa acometida del novillo de Collado, repitiendo a la capa del extremeño ante una serie de "delantales" marca de la casa. La alegría y pujanza del burel fue refrendada bajo el peto del caballo quedando presto para un buen tercio de banderillas y ya espera fija de la pañosa de Posadas. El novillo tuvo que tener paciencia y esperar a que Posadas de Maravillas, montera en mano le brindara su lidia y muerte a Juan Lamarca que se encontraba en el tendido para decirle con voz altisonante: "Don Juan, muchas gracias por su apoyo contante al toreo, ojalá la fiesta tuviera muchos aficionados como usted, y hubiera muchos españoles como usted. ¡¡Arriba España!!
Naturalmente que la emoción asomó al rostro de Juan Lamarca y apretando la montera, precisamente hecha por las manos de Diego Ramos, contra su pecho exclamó: Gracias y suerte torero. ¡¡Arriba siempre!!
Gran faena de Posadas. El toro a más y el torero también tras unos inicios por bajo sacándoselo con cadencia y mando a los medios y perfilarse para construir una gran obra. La música arrancó entre los recios olés del público, -nada del estúpido bieeeeen de ahora- y la series por uno y otro pitón se sucedieron con armonía y ligazón, rematados con desplantes de empaque y torería par lanzarse sobre el morrillo del buen novillo y enterrar el acero, ganado al ley el premio de las dos orejas. Mientras los tendidos reclamaban a la presidenta -guapetona aficionada local- los trofeos para este Posadas, hermano, sobrino, nieto y bisnieto de toreros, una saga la de los Posada de las más antiguas de la historia del toreo, este Maravillas, apodo que luce en honor de su querida madre, se fue a recibir la devolución de su montera por Juan Lamarca que le dijo desde la maroma de la barrera: Torero, como fiel continuador de la dinastía Posada, tu triunfos llegarán para mayor gloria del toreo y de España, ¡¡¡Arriba España!!!.
Con tres orejas en el esportón de Posada de Maravillas, el joven Colombo ya le había cortado dos a su primero noble y facilón y al que le costó acoplarse, tras un buen primer tercio de capa, y pésimo en banderillas. A pesar de su entrega al novillero le costaba tomar el ritmo de la res, hasta que un inteligente trasteo por bajo la dejó a su merced para aplicarle la lidia que necesitaba y llevar a cabo una labor exitosa. Colombo, bue ejecutor dela surte suprema, si tiró a matar de verdad para tumbar al bonito colorado de Jiménez Pasquau, y recibir las dos orejas.
Marcos Galán
En el otro, encastado, fuerte y con volumen, se mostró el tachirense con firme y decidida entrega desde el principio para limar sus asperezas y arreones, sobre todo por el izquierdo; pero con la magistral lidia de brega de su banderillero Marcos Galán que se lo dejó, más que en suerte, en bandeja para un espectacular tercio de banderillas, tomó la pañosa para lograr un triunfo apoteósico ante un toro que pedía el carné de identidad, exigente de las mejores dotes de conocimiento, valor y lidia de cualquier torero;
Colombo y el ganadero Juan Collado Ruiz
y ahí estuvo el joven Colombo, desarrollando lo bueno que lleva dentro para conseguir una gran faena, de sometimiento primero de la encastada y pujante embestida del animal, que en principio no tragaba por el izquierdo pero que pronto se tuvo que rendir ante el mando y temple de su matador. Las series de naturales y derechazos se sucedieron en un palmo de terreno extrayendo el fondo de bravura de un animal de una movilidad y duración extraordinaria. Tras remates de cambio de manos, pases de trinchera y trincherillas y por alto a dos manos, aun ledio tiempo a la "poncina" en la tierra de su amigo y maestro Enrique Ponce, y hasta terminar por "manoletinas". El colofón fue impresionante con la estocada recibiendo que le propinó Colombo en el hoyo de las agujas al al bravo novillo al tiempo que este lo prendía y lo lanzaba al aire en espeluznante voltereta. El delirio, al toro al suelo y el toreo en pie y sin mirarse la ropa aclamado por el público entregado. Premio de dos orejas y rabo para el novillero Colombo, y vuelta al ruedo para novillo de Hnos. Collado.
Antonio Luis Risoto en triunfal vuelta al ruedo
La sorpresa de la tarde nos la dio el becerista local Antonio Luis Risoto que, con sus recién cumplidos dieciséis añitos, se presentaba por primera vez ante el público y sin picadores naturalmente, mostrándose con una cabeza impropia de su juventud, y un estilo de cadencia, templanza y clase que nos arrebató a todos. Torero de sello al que no hay que perder de vista.
Todos a hombros, toreros y ganadero, y todos felices en Las Navas de San Juan.
Enhorabuena a todos.