Calma desesperante

Cayó todo, tras la "sampablera" y "samplegorio" armado en la recién finalizada Feria de Tovar, en una calma por demás desesperante.

por: Giovanni Cegarra

Justo dos semanas han transcurrido de la "sampablera" que se armó en el Coliseo El Llano de Tovar, Estado Mérida, occidente de Venezuela, la tarde del sábado 14 en la segunda corrida de toros de su 170ª Feria de Regla, con el irracional accionar de la Defensoría del Pueblo, en sucesos que despertó de la letarga pasividad a los taurinos venezolanos pero a esta fecha, a pesar de todo el alboroto, de todo el "samplegorio", volvieron a dormirse, han caído en las redes de la apatía, aparte de que todos los involucrados en el meollo, se han lavado las manos, como Poncio Pilatos.

Cayó todo, tras la "sampablera" y "samplegorio" armado en la recién finalizada Feria de Tovar, en una calma por demás desesperante.

Si. Toda una calma desesperante en el ambiente taurino venezolano y como dirían mis ancestros, vayan "pal carajo viejo".

Se pensaba que podría pasar algo, en bien de la defensa de nuestra Fiesta Brava, que se montarían los taurinos en la convocatoria de la Asamblea Taurina Nacional, en la que se ventilaría entre otras cosas, lo del vil asedio y persecución de lo taurino, por parte de la irracional Defensoría del Pueblo; lo de reactivar el Proyecto de Ley Taurina Nacional, lograr la unidad gremial taurina y en verdad, me perdonan, si alguien se siente ofendido, pero nada de nada, ninguna reacción valedera, vayan "pal carajo viejo".

A quince días de la "sampablera tovareña" todo está como si nada hubiese pasado, apenas somos cinco, entre periodistas y cronistas, los que hemos alzado la voz y escrito al respecto, cada quien con su estilo propio, en aras de aupar una gran defensa de nuestra Fiesta a raiz de lo acontecido en Tovar, Estado Mérida, pero vaya desilusión, nadie se ha pronunciado para nada, ni siquiera las Escuelas Taurinas de San Cristóbal, Mérida, Maracay y la de Tovar, para ellas parece que nada ha sucedido, a sabiendas que son las más afectadas "a la hora de la chiquita" con la arremetida de la Defensoría del Pueblo, que ha sabido montarse bien en su solapada guerra sin cuartel contra la Fiesta Brava, que si bien es cierto, tuvo cierto revés en la Feria Tovareña también es cierto, que supo hacer su trabajo para hacerle daño ¿o no?.

Algunos comentan timidamente, como si estuviesen pisando terreno movedizo, "sí hagamos algo, piensen bien que hacer, hay que analizar bien las cosas, cuenten conmigo para todo" pero carajo, se tapan, se esconden, peor que los topos.

Vaina que sí. Increíble pasividad, que calma tan desesperante, tapados, escondidos están todos los consagrados taurinos venezolanos, habrá que recurrir a un brujo de pueblo para que prepare un buen desahumerio sin guiso, porque hay algunos que de guisos saben mucho, para que aviente, saque los malos espíritus de los taurinos venezolanos, a ver si despiertan algún día, que ojalá no sea tarde y salgan, con todos los hierros, a defender nuestra Fiesta Brava.

Un nuevo llamado a la reflexión, a todos los miembros de las Comisiones Taurinas, del Gremio de Toreros y Novilleros, Subalternos y Picadores, a los Empresarios, Ganaderos, Medios de Comunicación, Escuelas Taurinas, aficionados taurinos en general, a quienes observamos en las Ferias Taurinas Venezolanas, las viven, conviven, disfrutan a gusto y a la hora de unificar esfuerzos y voluntades para defenderla de sus enemigos, como el que ya tenemos de frente, la Defensoría del Pueblo, todos se lavan las manos como Poncio Pilatos, salen espantados, desaparecen del mapa taurino. Mentira no es, verdad sí es.

O nos enfrescamos a defender la Fiesta Brava sin miedo ni temor a pisar terreno movedizo o nos convertimos en sus sepultureros.

Una verdad, una realidad ¿dejaremos que ello pase?.