Jesús Enrique Colombo, perseguido por el régimen como delincuente; el mismo que alberga terroristas y guerrilleros en las dependencias públicas de la nación. Foto archivo
por: Víctor José López EL VITO
Don Marcelino Menéndez y Pelayo sentenció en una oportunidad que, "como Fuente ovejuna no hay obra más democrática en todo el teatro castellano".
La obra trata del drama en la que el pueblo se levanta contra la injusticia y los abusos de poder. Fuente ovejuna había sido sometida por don Fernán Gómez de Guzmán, Comendador, atrabiliario que no respetaba las leyes, especie de Pedro Carreño en el PSUV. Es lo que ocurre en Venezuela, con el poder popular de la Defensoría del Pueblo. Que no defiende a los ciudadanos, a menos que sean miembros del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y tampoco impone, como es su deber primordial, el respeto a los derechos humanos y deberes constitucionales de las autoridades. Lo ocurrido este sábado 14/09 durante la segunda corrida de la Feria de Tovar, se parece a lo que cuenta Lope de Vega cuando relató lo que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo cordobés que en 1476 vivió lo que para Menéndez y Pelayo ha sido una magistral lección de Democracia.
Una lección de Democracia
Lo ocurrido en Tovar, en el centro del corazón del Valle de Mocotíes , es una gran lección de Democracia. Lección que debe ser tomada en cuenta por nuestras Fuerzas Armadas, que se suponen garantes de nuestra Constitución -que no lo son-, y una lección abierta, sencilla para los poderes públicos, que hoy están secuestrados por el régimen autoritario que impera en la República.
Cuando un grupo de funcionarios de la Defensoría del Pueblo intentó impedir la actuación del novillero venezolano Jesús Enrique Colombo en la segunda corrida de la Feria de Nuestra Señora de Regla de Tovar, todo comenzó. Hubo conversaciones con los representantes del torero - su padre y su madre, no el Estado- en las que participaron abogados y funcionarios de la Comisión Taurina. Jesús Enrique Colombo y sus padres presentaron toda la documentación que le pidió la Comision Taurina para poder actuar como novillero profesional en la corrida del sábado 14/9 ... estando en el patio de caballos, se presentó con equipo anti motines la "Defensora del Pueblo" y sus esbirros tarifados, para impedir la actuación del novillero de quince años.
Es decir, los "delegados de la Autoridad municipal", los ciudadanos que por orden del Alcalde le representan; y el Alcalde es autoridad democráticamente elegida por el pueblo del Mocotíes.
Mientras se distraían en leguleyismo y lameculería estos funcionarios, Jesús Enrique Colombo se fue hasta el ruedo de El Coliseo, siendo aclamado por el pueblo reunido en los tendidos que sabía de cómo los funcionarios encargados del orden público conspiraban contra sus derechos ciudadanos.
Cuando pueblo y torero unidos manifestaron su desacato a la arbitrariedad, los miembros de la Comisión Taurina informaron que " durante la actuación del novillero no ocuparían el palco presidencial". Es decir, se convertirían en Avestruces.
Colombo actuó como el rito y las tradiciones taurinas lo imponen, es decir en cuarto y octavo lugar.
Un Alcalde que encarna la voluntad popular
Se encargó del espectáculo el Alcalde de Tovar, Lizandro Morales, hombre consecuente con su pueblo y coherente con sus ideas. Al Alcalde Morales la afición taurina de Venezuela le debe el hecho de ser el Municipio de Tovar el primero de varios que en Venezuela declararon la Fiesta de los Toros como un valor cultural intangible de nuestra sociedad.
Los avestruces, es decir los funcionarios de la Comisión Taurina, ordenaron a la Banda Municipal salir se de la Plaza de El Coliseo como represalia en contra de la voluntad del pueblo.
Igual que en la obra de Lope de Vega, en Tovar hubo dos posiciones. La de Fuente Ovejuna que era someterse a la Orden de Calatrava o a los Reyes Católicos, don Fernando y doña Isabel. Los funcionados de Tovar, no respetan la voluntad del pueblo, o son obedientes a la fuerza del régimen socialista, anticonstitucional y represivo que les puso en la jeta bozales de arepa.
En la obra de Lope de Vega el pueblo, harto de los robos, atropellos y crueldades del Comendador, decide unirse y tomar la justicia por su mano. Llegan una noche al palacio, invaden la casa del Comendador y lo matan. Lo matan en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos.
Es posible que se nos acuse de instar al Magnicidio, pero está escrito desde 1618 cuando no existían ni Carlos Marx, Fidel Castro y mucho menos Hugo Chávez. En el juicio, que hubo juicio sin que su sumario se corrompiera o su sentencia de dirigiera, cuando el juez les pregunta
¿Quién mató al comendador?
El pueblo responde, Fuente ovejuna lo hizo
¿Quién es Fuenteovejuna?
Todos a una, Señor.
Los Reyes Católicos absuelven al pueblo y hacen que éste, en adelante, no dependa del señorío de la nombrada Orden de Calatrava, sino de la propia Corona, que sería como decir que en Venezuela, después de lo de Tovar, dependa el pueblo de la Constitución y las Leyes.
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