14/9/13

Orejas de distinto valor en el inicio de la Feria de Tovar

El rejoneador Francisco Javier Rodríguez estuvo digno y dispuesto. Foto: Jorge Cepeda

* La corrida empezó con más de una hora de retraso al presentarse Rafael Orellana con su propia cuadrilla, y protestar la contratada por la empresa cuya actuación fue muy deficiente

por: Víctor Ramírez “Vitico”

La primera corrida de la feria de Tovar contó con un encierro muy desigual de juego, descastados en su mayoría, que pusieron a prueba el oficio de cada torero. Entre lo negativo la cornada sufrida por el caballo “Manzanilla” del rejoneador Francisco Javier Rodríguez y la pugna entre las cuadrillas de toreros subalternos.

Se presentó con buen pie el mexicano Uriel Moreno “El Zapata” que se mostró como un torero con sobrado oficio, buenas y variadas maneras, poderoso y profesional. Hasta con cuatro largas cambiadas de rodillas saludó a su primero al que banderilleó con vibración a pesar de fallar los dos primeros intentos. El Zapata cuajó varios muletazos de trazo largo, pero basó su faena en su al parecer florido repertorio. Sobrado en la cara del toro, a cada arreón respondía con un adorno pero sin perder nunca las formas. Tres pinchazos le privaron de la oreja. Trofeo que sí paseó del quinto, al que banderilleó con solvencia. Uriel Moreno estuvo profesional, muy por encima de un deslucido ejemplar, cuajó pases de mérito y una gran estocada. El público pidió con mucha fuerza un segundo apéndice que acertadamente no fue otorgado. Cayó de pie el azteca.

Enterado, con excelentes maneras y mucho oficio, el español Iván García toreó de forma estupenda a la verónica a su primero, un toro albahío, terciado pero que dio juego. Tres excelentes pares de banderillas del torero de Móstoles, cuadrando en la cara y ejecutando la suerte con ortodoxia, asomándose al balcón. García ligó cuatro estupendas series de muletazos con la mano derecha, hondos, de trazo largo, encajado y gustándose, sin duda los mejores pases de toda la tarde. Una entera muy tendida y certero descabello dieron paso a una oreja. Ante su mansísimo segundo, vimos la otra cara de Iván García, la de la solvencia lidiadora. Conocedor a fondo del oficio, con valor y cabeza, no perdió la compostura. Dirigió la lidia, se mostró solvente en un toreo de pitón a pitón más que estimable.

Valor y ganas fueron las cartas de Rafael Orellana que contó con un lote descastado. A su primero, que saltó al callejón y fue brusco, le plantó cara con honestidad, ligó algún muletazo estimable pero donde brilló por su honradez y valor fue en la suerte suprema. Cerrado en tablas, cobró una extraordinaria estocada, superior de ejecución y colocación que ya por sí sola valía la oreja otorgada. Ante el brusco y descastado sexto que tuvo una movilidad engañosa pues se quedaba en los tobillos, Orellana puso más corazón que cabeza. Abrió en los medios de rodillas, pero al no poder someter las bruscas arrancadas fue desarmado tres veces. No volteó la cara el torero, pero su esfuerzo fue baldío.

El rejoneador Francisco Javier Rodríguez estuvo digno y dispuesto con un manso toro que arreaba pero sin clase, más por defenderse. Tras algunas banderillas arriba arriesgó más de la cuenta por dentro en un par a dos manos sufriendo un aparatoso percance, en el que la peor parte se la llevó su caballo “Manzanilla” que sufrió una fuerte cornada. Siguió el caballero con entereza hasta culminar su labor.

Ficha de la corrida

Plaza de toros de Tovar

Viernes 13 de septiembre.

Primera corrida de feria.

Más de media entrada en tarde fresca.

Toros de San José de Bolívar, desiguales de presentación, difíciles en su conjunto. Parado, soso y manso el de rejones, noble el segundo, con movilidad e tercero, complicados cuarto y quinto. Manso de libro el sexto, merecedor de banderillas negras que no se colocaron. Áspero y brusco el séptimo.

Pesos: 425, 415, 425,452, 433, 453 y 441 kilos.

Rejoneador Francisco Javier Rodríguez: Saludos tras leve petición.

El Zapata, de gris pizarra y oro: Palmas y oreja con fuerte petición de la segunda.

Iván García, de corinto y oro: Oreja y silencio.

Rafael Orellana, de burdeos y azabache: Oreja y silencio tras aviso.

Incidencias

La corrida empezó con más de una hora de retraso al presentarse Rafael Orellana con su propia cuadrilla, y protestar la contratada por la empresa, a tal punto de no querer torear si actuaban los subalternos de Orellana. Tras arduas conversaciones tuvo que retirarse la cuadrilla que llevo el diestro local.

El Zapata se presentó en Venezuela con el toro “Lanudo”, número 618, con jabonero sucio.

Actuación muy deficiente de las cuadrillas.

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