Petardo e irrespeto a la Fiesta Brava en Caño Zancudo: "corrida a oscuras"

A media luz se inició la corrida en Santa Elena de Arenales: Caño Zancudo.

por: Giovanni Cegarra

Vaya petardo el que han pegado en la V Feria Socialista en honor a Santa Elena en Santa Elena de Arenales, mejor conocida como Caño Zancudo, Municipio Obispo Ramos de Lora del Estado Mérida, en la corrida de toros montada por la Empresa "Taurina y Espectáculos Mario Valero" contando con el apoyo de la Alcaldía del Municipio citado, en la Plaza de Toros portátil "La Esperanza"; tras una serie de inconvenientes de orden empresarial económico, con un ruedo empedrado, inseguro para la lidia, sin energía eléctrica propicia para la corrida, ésta se inició a las seis y media de la tarde, a media luz.

Ha sido una corrida a oscuras, apenas estaba alumbrado menos de un cuarto del ruedo, en el que se lidió un encierro de "Los Ramírez" ante apenas unas cincuenta personas, en lo que constituyó todo un petardo e irrespeto a la Fiesta Brava, a la afición taurina.

Desde tempranas horas del sábado 31 de agosto en los alrededores y dentro de la Plaza de Toros "La Esperanza" el fantasma de la ausencia de aficionados ya reinaba y mientras se acercaba la hora del inicio de la corrida de toros pautada para las cuatro de la tarde, todo era una verdadera incertidumbre, que sí se dada o no la corrida, que si habría apoyo del Alcalde del Municipio Obispo Ramos de Lora, Moisés Pereira, que "se daba bomba" para atender al Empresario Mario Valero, con signos de preocupación ante el panorama que tenía frente a sí, a lo que se sumaba la posición de la cuadrilla de Subalternos y Toreros para ponerse de acuerdo si toreraban o no, que al final dijeron que sí, aparte de que exigían, con justo derecho, el pago total de sus honorarios.

En esta corrida iniciada a media luz y luego continuada practicamente a oscuras, se ha pecado en todo, en detrimento de la Fiesta Brava: una Plaza de Toros sin luz, un ruedo empedrado totalmente, sin seguridad policial y a riesgo de que ocurriesen serios percances para los alternantes y como bien lo dijo un aficionado "como torean así sí de vaina ven como embiste el toro".

Todo un pertardo e irrespeto a la Fiesta Brava, a la afición taurina venezolana, que no puede pasarse, así como así, por alto. No puede volver a repetirse. Empresarios Taurinos, Toreros, Alcaldías que aporten apoyo económico a la organización de lo taurino, deben ser responsables y tener claro, que si no se tiene garantía de ofrecer buen espectáculo taurino, pues sencillamente no puede darse, ya que de permitirse como se hizo en Caño Zancudo, se está haciendo serio daño a lo taurino venezolano.

Los Alternantes de la corrida a media luz en Caño Zancudo, Rafael Orellana, que se llevó dos volteretas sin consecuencias, Gregorio Torres “Maravilla”, Alexander Guillén, torearon en plena oscuridad e hicieron lo que pudieron a su propio riesgo; el novillero Alejandro Mejías debía haber salido por el peruano que no vino como había sido anunciado pero el novillo lo pasaportaría Orellana.

Esto de Santa Elena de Arenales (Caño Zancudo) no puede volver a ocurrir, ha sido un petardo e irrespeto a la Fiesta Brava y afición taurina, había que escribirlo, denunciarlo, no se podía tapar ni dejar pasar por alto, es la verdad..... duela a quien le duela.