Sulbarán toreó con sentido del temple, buen gusto y técnica. Foto: Fernando Zambrano
Por: Víctor Ramírez “Vitico”
Carlos Sulbaran fue el triunfador de la novillada de la feria internacional de San Sebastián al cortar la única oreja concedida, mostrando su crecimiento como torero, en un festejo marcado por el interesante juego de los novillos de Los Aranguez y el percance sufrido por el novillero Miguel Molina, afortunadamente sin graves consecuencias.
Abrió plaza César Altuve, que enfrentó un primer novillo fuerte y complicado. Tras estar discreto en banderillas, el diestro intentó poderle a las embestidas del astado que, con la cara siempre a media altura, media y hacía hilo. Voluntarioso y honesto, Altuve logró algunos pases sueltos de buen trazo sin conseguir el deseado acoplamiento, que por otra parte era difícil de encontrar. Tuvo que estoquear al tercero, por el percance sufrido por Miguel Molina, en éste, un novillo encastado y con raza, Altuve se vio por momentos desbordado, pues el animal no fue nada fácil, lo cual incomodó mucho al veterano espada, que dio muchos muletazos, pero la mayoría sin asentamiento.
Juan Gómez saludó con dos largas cambiadas de rodillas al segundo, un buen ejemplar al que por momentos toreó con largura y temple, sobre todo por el lado derecho, donde consiguió muletazos de excelente trazo. El poco oficio de Gómez le impidió conjuntar mejor sus buenos deseos, pero de no precipitarse con la espada, incluso pudo cortar un trofeo, ya que por momentos su labor llegó con fuerza al público.
Miguel Molina se fue a portagayola y recibió con una limpia, espectacular y ceñida larga cambiada a su novillo, al que dio otra larga más en el tercio. Tras algunos buenos lances a pies juntos fue arrollado violentamente, percance que se repetiría al iniciar la faena de muleta, con muchas ganas pero poco mando, pasando a la enfermería. Dejó la grata impresión de salir a darlo todo.
El debutante en esta plaza Carlos Sulbarán demostró sus evidentes progresos manejando con gusto y temple el capote, en varios lances a la verónica suaves y acompasados. El novillo de los Aranguez, encastado y con motor fue una prueba que superó con creces el novillero merideño que toreó con sentido del temple, buen gusto y técnica. Logró Sulbarán pases largos y lentos, con ambas manos a pesar de tener que en más de una ocasión ganarle pasos al astado para no quedar fuera de cacho. Entrò a matar con una abrumadora rectitud, cobrando una estocada algo caída pero de efectos fulminantes que dio paso a un merecido trofeo.
Debutó con picadores Francisco “Chico” Paredes ante un ejemplar serio y armado, que tuvo raza y fuerza. No volvió la cara el novel diestro que consiguió algunas verónicas de buen trazo y se la jugó con la muleta. A pesar de su poco oficio, en el joven Chico se intuyen el valor necesario para ir a la cara del toro, buenas maneras y un acusado sentido del temple. Que esta verde, es lógico, pero con buenos mimbres se puede hacer el resto. Con lo que no lo vio claro fue con la espada, pues entraba a matar sin cruzar y por esa razón escuchó dos avisos. Pero el camino es largo y tiene maneras.
Cerró la jornada el rejoneador Willi Agostini, en una tarde gris y desafortunada, ante un novillo bravo a los de a pie e incomodo para el caballero. Otro día será.
FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de San Cristóbal.
Miércoles 23 de enero.
Novillada de feria.
Menos de un cuarto de entrada en tarde agradable.
Novillos de Los Aranguez, desiguales de presentación, encastados y con movilidad. Destacaron segundo y tercero, bravos y con fijeza. Complicados pero con transmisión el resto. Encierro interesante.
Pesos: 350, 370, 380, 380, 355 y 375 kilos.
César Altuve, de turquesa y azabache: Silencio y silencio tras aviso.
Juan Gómez, de azul pavo y oro: Silencio.
Miguel Molina, de fucsia y azabache: Lesionado.
Carlos Sulbarán, de nazareno y azabache: Oreja.
Francisco “Chico” Paredes, de verde botella y oro: Silencio tras dos avisos.
Rejoneador Willy Agostini: Silencio.
Destacaron en la brega Enrique Herrera y Gerson Guerrero. En banderillas Fabián Ramírez , Diego Guillén y Salvador Moreno.
El novillero Miguel Molina fue atendido de “Traumatismo de partes blandas generalizadas en región cefálica y región escapular"
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