¿Habrá corridas este año?. foto: Mía
Columna Adornos y Desplantes
por: José Luis Jiménez
Entre los muchos temas que hacen el desarrollo y engrandecimiento de la ciudad de Maracay, es obligatorio referirse a la Plaza de Toros de manera puntual con motivo de estar conmemorando este jueves 20 de enero, setenta y ocho años de su inauguración.
En este espacio de tiempo, y en el contexto de inestabilidad económica actual, muchos casos y cosas han formado elementos susceptibles a las turbulencias de un negocio que deja en mal estado la popularidad de la fiesta taurina.
Lo cierto es que las celebraciones han bajado una enormidad, sin que ello signifique el fin de las corridas de toros; pero tampoco se avizora algún avance que no impida la cita ferial de este año.
Es de recordar que los empresarios que se atreven a venir a Maracay deben afrontar una serie de obstáculos que prácticamente los limita para cumplir a tiempo con los trámites de organización. De allí que las carreras y disgustos de última hora formen parte de esta incertidumbre, porque los carteles por muy modestos que sean no podrán ser “cualquier cosa para el coso.”
Un ejemplo: para este año 2011 aún no se sabe quién será el empresario, ¿cuántas corridas compondrán la feria de San José? ¿qué ganaderías vendrán? ¿toreros contratados? ¿las fechas?, etc.
Con estas interrogantes se pone de manifiesto la fragilidad de la feria precitada en una ciudad identificada con el mundo taurino, que a través de los años adquirió matices tradicionales, gracias al esfuerzo y dedicación de hombres y mujeres que manejaron la autoridad municipal con sentido de buenos aficionados.
Es sabido que el gusto o disgusto por la tauromaquia es una discusión subjetiva, pero en el caso de Maracay, no debe darse largas a los licitantes para organizar la feria en su aspecto taurino.
Atención Ferimar: seguir dando largas será muy perjudicial porque todos sabemos que después del auge viene la decadencia.
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