La Fiesta Brava y Nuestra Temporada de Enero

Columna Portón Taurino

Por: Eutiquio Hevia P.
Cronista e Historiador

Con mucha insistencia nos ufanamos por los festejos taurinos en el marco de nuestras ferias nacionales, olvidándonos que las mismas giran al compás de los intereses españoles, ya que no somos sino unas sucursales de las ferias hispanas. ¿Por qué digo esto? porque los grandes intereses giran en torno a los toreros españoles quienes son los que imponen, indirectamente por medio de sus apoderados y representantes, quiénes vienen a hacer La América, ya que acá se les dan todas las oportunidades para que “impongan” el novillo por toro y donde vienen a cobrar lo que les venga en gana.

Con este atenuante vivimos una dependencia total; no sólo en Venezuela, sino en toda América. La falta de un nacionalismo auténtico para apoyar nuestros valores, son otro de los atenuantes que embargan ese panorama. Acá no tenemos ídolos, como sucedió en el pasado, cuando surgieron nombres como el de Luis Sánchez Olivares “El Diamante Negro” o el de César Faraco: “El Cóndor de los Andes” o la máxima figura, como lo fue César Girón, quien paseó muy en alto el nombre de Venezuela y supo imponer su ley a toda prueba, donde los españoles lo vetaron porque les latía el la misma cueva.

¿Por qué hemos caído en esta en esta situación?

Muy fácil, tenemos un falso nacionalismo; no apoyamos los auténticos valores que han surgido en nuestro medio; no les damos oportunidades; los vilipendiamos, los criticamos, los destruimos, pero no vemos que el camino transitado es demasiado escabroso para ellos, porque las empresas nacionales, los ganaderos y las peñas, les cierran las puertas para censurarlos despiadadamente.

Qué apoyo tienen para realizar campaña en suelo hispano, cuando no hay quién les extienda el brazo para ayudarles en tan penosa empresa y quienes se atreven a hacerlo se les margina sin contemplaciones.

¿Cuántas oportunidades tienen nuestros toreros en suelo patrio? cuando los pocos festejos que se montan, ya tienen intereses creados y se esfuman las esperanzas; ahora cuando es muy limitado en número de festejos en nuestro país.

¿Acaso los jóvenes valores de nuestra patria, que abrazan esta difícil profesión, se les apoya y respalda incondicionalmente? No; pues da vergüenza saber que no lo hacen ni empresarios, ganaderos, peñas taurinas o asociaciones; se olvidan de nuestros valores y así quieren ufanarse por tener una fiesta nacional, que tanto trabajo ha costado para mantenerla hasta hoy día.

En esta San Cristóbal, con una tradición de más de dos siglos -léase bien: dos siglos que abarcan desde 1835 hasta 2011; que representan 176 años- son muy pocos los toreros que han surgido en este largo tiempo que ha transcurrido, desde esos primeros años, cuando se fue creando un ambiente ferial en la mayoría de nuestros pueblos y donde nos ufanábamos por ser el Táchira “La pequeña Andalucía” y hoy solo representamos un vivero para que los españoles vengan a llevarse el oro y el moro como nos sucedió en la época de la conquista.

No hay reciprocidad, no existe en la mente de empresarios y ganaderos que esto es una realidad que confrontamos y que está engavetada en el olvido, por los múltiples intereses que se tejen en este ambiente; el día que los países hispanoamericanos incluyan en sus carteleras a los nacionales, ese día diremos que sí podremos hablar de cuál es la mejor feria, porque habrán auténticos valores y no como sucede en la actualidad, donde nuestros toreros salen a medirse con los españoles que vienen requete toreados (con 70 u 80 corridas) y sólo los nuestros han podido torear una media docena de corridas, para alternar en mínimas condiciones con estos caballeros. Y luego les criticamos; así no se puede pretender, con esas comparaciones absurdas que con nuestros paisanos puedan justificarse plenamente.

Seguimos siendo una ciudad gris, que no puede ufanarse por ser ésta, la “Feria Internacional de San Sebastián”, la que construyó una plaza de toros Monumental, la que presentó los mejores carteles en sus temporadas taurinas y sólo vivimos de ese pasado glorioso que hoy recordamos con nostalgia, pues lo nuestro lo despreciamos, nuestros valores los criticamos destructivamente y donde nuestra baraja nacional tiene que mendigar oportunidades para que se les tome en cuenta.

Ese es el falso nacionalismo que tenemos y el que nos han creado. Este comentario desatará polémica, pero hay que crearlo para que razonemos y pongamos las cosas en su sitio y veamos alguna vez, que acá, todos tenemos culpa de ese ilusionismo ferial que muchos tienen y que habrá que desmenuzarlo, pues el pueblo tendrá que tomar en cuenta a lo nuestro e impulsarlo para que podamos tener algo propio, donde cada quien tenga su justa participación nacionalista.

Para terminar, quiero señalar que el próximo festejo que se va a celebrar en nuestra Plaza Monumental de Pueblo Nuevo, será el próximo domingo 23 de enero, va a ser a beneficio de la Escuela Taurina de San Cristóbal, que año a año, se ha venido celebrando con mucho sacrificio y mucha dedicación, ojalá y acudan al mismo los aficionados que crean, pueden apoyar ese Festival, en el que participan alumnos de las escuelas taurinas de México, España, Colombia y Venezuela, para continuar esa labor de formar nuevos prospectos dentro del ambiente taurino.

Y la temporada Taurina ya está en el candelero, esperamos que la extensa afición del Táchira, acuda a los graderíos de nuestra plaza, para apoyar a la empresa, a los toreros nacionales que se juegan la vida en la arena de nuestra plaza y a los extranjeros que tendrán que justificarse plenamente, y donde la materia prima: el toro, sea primordial en esta temporada.