Manuel Jesús “El Cid” se aplicó con temple y suavidad ante el esmirriado primero de su lote. Foto: Raúl Gordon.
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Manuel Jesús “El Cid” abrió la puerta grande de la monumental de Pueblo Nuevo gracias a un soberbio toreo con la mano izquierda en tarde en la que el venezolano José Miguel Parra tomó la alternativa, de manera digna y triunfal mientras que Enrique Ponce se marchó de vacio tras sortear un lote ayuno de raza de Rancho Grande y El Prado.
José Miguel Parra lanceó bien a la verónica al toro de su alternativa, un bonito castaño que por poco trunca su sueño al llevárselo por delante al intentar el torero un péndulo en el que esperó demasiado al toro y tocó a destiempo. Sin perder la compostura, el toricantano cuajó varias series de muletazos vibrantes y de mano baja, ante un toro noble y parado que le tropezó de nuevo al intentar el toreo al natural. Parra resolvió la papeleta con aplomo y serenidad, ejecutando una estocada de efectos fulminantes que le permitió cortar su primera oreja como matador de toros. Ante el séptimo, sin duda el más complicado del encierro por áspero, violento y topón, Parra estuvo valiente y entregado, sin poder redondear su trasteo pues el toro resultó muy incómodo por su tendencia a hacer hilo y quedarse debajo. Demostró el nuevo matador ánimo y entereza, fallando con los aceros para escuchar un aviso. Dejó una grata impresión.
Sin toros es imposible hacer el toreo y a Enrique Ponce le salió un lote insulso y descastado. Ante su primero, un astado impresentable para una plaza de primera por chico y pobre de cara, el valenciano le aplicó un trasteo suave, a media altura, sin molestar nunca al torillo. Tras recibirlo con bonitas verónicas, en el tercio final Ponce lo acompañó con gusto, sin molestarlo, llevándolo suavemente en varias series de derechazos y naturales estéticas pero sin emoción. El público que idolatra al español jaleó con fervor una demostración más de la facilidad que tiene Ponce para mantener en pie a toros flojos y sosos. Perdió una oreja por fallar a espadas. Ante el quinto, soso y tardo, el diestro valenciano se empeñó en un largo trasteo, lleno de pausas para intentar dar aire a un toro asfixiado que seguía la muleta de forma cansina y sin emoción. Lo mejor sin duda, la estocada.
Manuel Jesús “El Cid” se aplicó con temple y suavidad ante el esmirriado primero de su lote, al que entendió bien dejándole meter la cara y tocando con sutileza. Así logró el de Salteras hilvanar varias series de naturales hondos y largos. Aprovechando la inercia de las primeras embestidas, el sevillano estuvo bien excepto al manejar la espada, que le cayó baja y trasera. Ante el quinto, el que más se dejó del encierro, El Cid estuvo muy bien con la mano izquierda, con la que toreó de verdad, bajando la mano, con largura, temple y gusto. Bien colocado, enganchando por delante al toro, tocando en el momento exacto, devolvió la esencia del toreo a la tarde. No estuvo a la misma altura con la mano derecha, con la que toreó bien pero no tan largo ni acompasado. Tras una exagerada petición de indulto El Cid cobró una superior estocada que le valió dos merecidas orejas. Al toro le dieron la vuelta al ruedo no se sabe muy bien por que, en todo caso se debe anotar en la lista de trofeos del torero.
Abrió la corrida el rejoneador José Luis Rodríguez exhibió una buena monta y oficio, ante un toro manso y descastado. Bien con los rejones de castigo y en banderillas en una faena larga, empeñosa y vibrante. Falló con los rejones de muerte y fue silenciado.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de San Cristóbal.
Jueves 27 de enero 2011
Primera corrida de feria. Más de media entrada.
Un toro de Campo Pequeño para rejones, soso, tardo y parado. Tres toros de El Prado (segundo, quinto y sexto) y tres de Rancho Grande (tercero, cuarto y séptimo). Desiguales de presentación, chicos y esmirriados tercero y cuarto. Complicado y con movilidad el primero, soso y flojo el segundo, áspero el tercero, parado y tardo el cuarto, noble y soso el quinto, violento y bruto el sexto. Vuelta al ruedo al sexto “Jilguero”, número 54.
Pesos: 436 (rej), 438, 444, 436, 442, 441 y 466 kilos.
Rejoneador José Luis Rodríguez: Silencio.
Enrique Ponce (grana y oro): Palmas y silencio.
El Cid (burdeos y oro): Palmas y dos orejas. Salió a hombros.
José Miguel Parra (celeste y oro): Oreja y palmas tras aviso.
José Miguel Parra tomó la alternativa con el toro “Platerito”, número 50, castaño.
Destacaron en la brega Eliécer Paredes, Gerson Guerrero y Mauro David Pereira.
En varas destacó René Quintana.
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