19/1/14

Yo, aún creo en la Fiesta Brava…

Mi padre, con su cámara, me llevaba al callejón para fotografiarme con los “mataores”. Foto: tomada por mi padre: Mario Pacheco - Cronicas FISS

por: Cristal Pacheco

Desde pequeña los he visto… a los Toros, desde la barrera junto a mi padre, quien me llevó a compartir su afición y a regalarme ese gran conocimiento taurino. Por eso, en este momento digo con orgullo: Soy aficionada taurina; porque me enseñaron a entender una faena, donde se conoce la bravura del toro, que el matador debe estar de frente ante su oponente, a despreciar los “trapasos”; que un picador puede “dañar” al ejemplar, a conocer los jaboneros, ensabanados, colorados, castaños, etc… Crecí con la escuela de matadores de Enrique Ponce, José Ortega Cano, Tomás Campusano, Manuel Díaz “El Cordobés”, Vicente Ruiz El Soro, Javier Conde, Jesulín de Ubrique. Ceñidos de rojo, verde botella, celeste, blanco, azabache y oro, que, según nosotros, mientras más brillaba el traje con el sol, más nuevo era…

Mi padre con su cámara, me llevaba al callejón para fotografiarme con los “mataores”, quienes se alegraban de verme y yo me emocionaba al tocar sus trajes, verlos tan grandes y a minutos de jugarse la vida… La Plaza Monumental de San Cristóbal se “caía” con tanta gente, se abrían las puertas e iniciaba el paseíllo, era apasionante cuando se escuchan los timbales que daban inicio a la tarde de Toros…

Hoy qué veo… además de una afición bastante apagada, una plaza de toros vacía feria tras feria, políticos peleándose por quién lo hace mejor, o cuál impone mejor su voluntad, ganaderías que mienten sobre el peso de los ejemplares, que se pelean por obtener concesiones por competencia, “pleitos” y rencillas personales llevadas a la mesa taurina, toreros venezolanos que nunca están en Venezuela, un proyecto o “parapeto” de ordenanza absurda con prohibiciones para que niños, niñas y adolescentes no ingresen a los festejos taurinos, cuando no ejecutan la prohibición de abusos sexuales, verbales, físicos a estos; gente negligente que piensa que por estar en ¨callejón¨ saben más de Toros, cuando no saben el peligro que corren y que entorpecen un trabajo; en fin… no terminaría de mencionar el decaimiento de nuestra Fiesta Brava en la actualidad; que con mucha tristeza debo decir: Extraño esas buenas tardes, toda la fiesta se ha convertido en un negocio, quedan pocos que no van sólo a la plaza a gritar Oleeee… sino también a dar un buen análisis de la faena…

Qué espero ver… festejos de altura, con honestidad y cumpliendo la normativa establecida… espero ver, nueva generación: la de relevo; que así como mi padre me enseñó, los padres de hoy también lo hagan, para que personas jóvenes con nuevas ideas, refresquen la Fiesta. Espero “verlos ahora” desde la barrera, como adulta: Toros reales, con pesos establecidos, que cumplen con los reglamentos, espero ver a nuestras ganaderías venezolanas con Toros que den la talla, para no cancelar tardes de corridas porque no cubren el peso y salir corriendo a ver cómo resuelven.

Espero ver las plazas de nuestro país, llenas; con afición que verdaderamente apoya; espero ver a los medios de comunicación, más involucrados en esta gran Fiesta, con el apoyo de las entidades competentes; espero ver armonía en las Comisiones Taurinas, fuera de intereses propios; que amen y trabajen por resaltar esta expresión cultural…

Hoy, a mis 31 años de edad, con una generación de jóvenes “antitaurinos” que faltan el respeto a personas que no conocen, gritando barbaridades al entrar a las corridas; y organismos que amenazan con acabar con la Tauromaquia en el mundo… Yo, aún creo en la Fiesta Brava…

1 comentario:

  1. buen comentario eso es aficion la fiesta tiene que ser y seran como siempre hacido todo es lo que nosotros y aficionados como esta joven que su padre la llevaba a tomarse fotos en el patio de caballos sienten por la fiesta brava mientras hayan personas como ella que crean en la fiesta jamas la fiesta brava se acabara.

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