* Cumple hoy 81 años
por: Jesús Ramírez “El Tato”
En el año 1.933, eran pocos los cambios que registraba Maracay desde la colonia. Los monumentos arquitectónicos mas destacados eran la S.I. Catedral, la hacienda “La Trinidad” y algunas casas coloniales, pero ya identificado el General Juan Vicente Gómez con Maracay y habiendo construido la salida al mar por la carretera de Ocumare, se le posó en la mente la idea de una plaza de toros para presenciar el espectáculo taurino.
La afición reinante en tierras aragüeñas y la influencia que sobre el General Gómez, tenían sus hijos Juan Vicente y Florencio, quienes aunados al gusanillo taurino, llevaron al primer mandatario la idea de construir una plaza de toros acorde con el desarrollo que para entonces comenzaba en la capital.
Contactaron a Carlos Raúl Villanueva quien acababa de llegar de París. En poco tiempo se gestó el proyecto que el general aprobó, pero exigiendo que el palco presidencial quedara cerca del ruedo para presenciar mejor las faenas.
Dos años duró su construcción
Dos años tomó en construirse la obra en terrenos de Calicanto, con unos 200 obreros y rústico herramental. Fue inaugurada el 20 de enero de 1.933. Siempre el arquitecto constructor al pie de las obras, mientras muy celosos contemplaban las labores los hermanos Gómez. En los accesos de la plaza decidió Villanueva conservar el arte morisco en forma de herradura con reminiscencias del castillo de Belver de Mallorca, mientras en el interior buscó el contraste con ligereza de encaje en las arcadas superiores guardando la armonía arquitectónica.
Cuando a finales de 1.932 se cerraban los carteles, brilló en la mente de Don Florencio, la idea de contratar a su compadre Eleazar Sananes “Rubito”, un torero caraqueño con varios años retirado y que había trabajado en la construcción de la plaza como listero o caporal.
Histórica inauguración con tres corridas
Tras la inauguración histórica con tres corridas de toros y los matadores españoles Manolo Bienvenida, José Amorós y Pepe Gallardo, el azteca “Carnicerito de México” el rejoneador Antonio Cañero y el venezolano Eleazar Sananes “Rubito” con toros de “La Providencia” y “Miura” la maestranza aragüeña se convirtió en pilar fundamental de la Fiesta Brava en Venezuela.
La primera dinastía de toreros salió de este coso, así como el primer maestro de toreros, y el mas representativo matador de toros que se lanzó de espontaneo, César Girón, cuyo nombre lleva actualmente la plaza.
Muchos años sin toros en la maestranza tuvo Maracay. Muchos creyeron que moriría en su propio abandono, pero siempre ha surgido al calor de empresarios tanto locales como de otros lugares, que han sabido matizar lo romántico con lo económico. Y tanto tiempo de historia y tradición ha servido para la formación de los únicos toreros con escuela en Venezuela, porque los toreros maracayeros han sentido en el orbe taurino el sello del valor y la técnica bien fundamentada con estilo recio en banderillas.
Tras 81 años de historia bien difundida, la maestranza sigue formando los toreros de hoy y de mañana y sigue siendo la plaza más admirada de Venezuela y América. Quienes vienen a torear en sus arenas, sienten el calor de una afición formada entre los mejores toreros, tal vez con un sentido crítico muy agudo, pero siempre dispuesta para el aplauso y el reconocimiento.
ACTOS CONMEMORATIVOS HOY
La Alcaldía de Girardot y Ferimar han programado para el octogésimo primer aniversario de la maestranza “César Girón” un interesante acto para ésta tarde en el ruedo del coso que contempla a partir de las 6 de la tarde, la celebración de la Santa Misa, discurso de orden a cargo del cronista de la maestranza Jesús Ramírez “El Tato” torta de celebración, tablao flamenco y fuegos artificiales.
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