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3/2/12

El Congreso del Perú actúa con doble discurso y doble moral

Proyecto Ley 546. Congresista: Julio Rosas

por: Burladero Perú - EDITORIAL por Magaly Zapata - 17 de enero 2012

La semana pasada nos sorprendió a los taurinos la noticia de un proyecto de ley que prohibiría (no está sentenciado aún) el ingreso de menores de edad a los toros, menores de 18 años que es una exageración mayúscula, disfrazado en su argumentación de doble moral, o doble discurso cuando dicen:

“que la violencia infligida a un animal en vivo y en directo para que desde los primeros años de su educación se fomente el derecho de estos a vivir en un ambiente sano, sin violencia en todos los ámbitos, evitando el impacto negativo que dicho espectáculo provoca en estas personas”.

Amparándose en leyes y estudios en general (sin citar casos concretos) que incidirían en que:

“estos actos despiertan en los niños y adolescentes situaciones de insensibilización provocados por los que practican esta actividad y que son fácilmente imitados por los menores, creando así una cadena de violencia que es llevada incluso a su vida cotidiana, en perjuicio y desmedro de una convivencia social adecuada…”.

Sin ahondar en asuntos legales que serán competencia de los que saben, sí me permito apuntar algunas cosas que me llaman la atención.

1. El proyecto de ley aprobado en la comisión de cultura del Congreso, presidida por el fujimorista Julio Rosas, tiene autoría del mismo que preside la comisión, recalco, “fujimorista” no como ha circulado incluso en nuestra matriz española que se hizo eco de un “gazapo” trujillano al decir que que es de tinte nacionalista. El congresista Rosas es pastor evangélico para más Inri.

2. Este proyecto habla de que los menores de 18 años serían –por presenciar espectáculos taurinos- educados en la insensibilidad que los llevaría a crear una cadena de violencia en la sociedad. Me pregunto, que pasará entonces con el deporte rey, el de masas, el fútbol, donde COMPROBADO ESTA, a la luz de lo sucedido el año pasado con el hincha del Alianza Lima que fue ASESINADO por barristas fanáticos, al aventarlo desde las alturas de un palco por partidarios del equipo contrario, simplemente por el resultado de un partido de fútbol.

¿Habría que prohibir también la entrada de menores a este espectáculo deportivo que HA SIDO FEHACIENTEMENTE comprobado que SI GENERA una CADENA de VIOLENCIA llevada a la vida cotidiana? Tanto como que es pan de cada día ver que estas inconductas no sólo quedan en el estadio sino que se trasladan a las calles donde inmisericordemente destruyen bienes y maltratan seres humanos que no son partidarizados como ellos sino que tienen la desgracia de encontrárselos en las calles, como sucedió con el asesinato de la muchacha que un par de desadaptados y asesinos la tiraron de una combi en marcha hace un par de años. ¿queremos más pruebas?

3. Me pregunto: ¿Qué es más violento? Prohibir que los padres eduquen a sus hijos en la libertad que la propia Constitución del Perú ampara, tomando por ello la decisión de saber lo que es bueno o malo para la educación de sus hijos o DESTRUIR el ceno familiar, imponiendo regulaciones y leyes que quebrantarán esa unidad toda vez que en Lima y las provincias del Perú, donde más de 5 millones de personas asisten a espectáculos taurinos lo hacen en familia – padres e hijos- como parte de esa transmisión de costumbres y tradiciones, parte de nuestra cultura viva, la de la oralidad, si se quiere. Misma que la propia sentencia del Tribunal Constitucional consagró el año pasado:

“a juicio de este Tribunal, la actividad taurina es en nuestro país una manifiestación cultural, traída con la conquista española e incorporada a nuestro acervo cultural por una afición de siglos, que se manifiesta en fiestas conmemorativas en Lima y diversas provincias del Perú… de este modo, puede decirse que, aunque española en su origen, la tauromaquia (el “arte” de lidiar toros, según la definición del Diccionario de la Real Academia) se ha incorporado a nuestra cultura mestiza y es una expresión artística que forma parte de la diversidad cultural del Perú”

4. Recordemos que por el año 1997 fue la propia líder actual del fujimorismo, doña Keiko Fujimori, cuando ejercía como Primera Dama de la Nación y por tanto Presidenta de la Fundación por los NIÑOS del Perú, quien patrocinó y fue beneficiaria (esa institución) de lo recaudado por un festival taurino que contó con la presencia de históricas figuras del toreo en homenaje al maestro nacional Rafael Puga quienes incluso estuvieron en Palacio de Gobierno en cena de gala. ¿Doble moral?

Empezábamos esto apuntando un doble discurso, además de una doble moral, en el proyecto de ley. Lo reitero a la luz de la nota de prensa –a manera de “auto-entrevista”- que circula el asesor Roger Torres Pando, al que todos los peruanos pagamos el sueldo, perteneciente a la oficina del congresista nacionalista Urquizo Maggia (hoy ministro de la producción) en relación al proyecto de ley fujimorista que nos ocupa, que no puede más que dejar que salte su fobia (dado que hasta ocupar ese cargo entre los padres de la Patria fue presidente del Frente Antitaurino del Perú) cuando señala:

“Al prohibir el ingreso de menores a las corridas de toros romperemos la cadena de lo que constituye la tradición, es decir, transmitir la afición taurina de generación en generación; con lo cual evitaremos que los menores se insensibilicen hacia el dolor ajeno y luego será más fácil erradicarlas definitivamente”

Me pregunto. ¿Los congresistas son elegidos, y sus asesores contratados con el dinero de nuestros impuestos, para legislar por sus gustos y fobias, o para bien de todos los peruanos?

Los taurinos NO podemos bajar los brazos y debemos estar más unidos que nunca porque estos, los “urquizoboys” no han bajado la guardia y se murmura que habrían presentado otro proyecto similar que incluiría también las peleas de gallos.

Este es un embate al mejor estilo parrillero, del argentino Leonardo Anselmi, que estuvo en Lima y en el Congreso de la República, traído quien sabe si con el dinero de todos los peruanos, para asesorarlos en la “catalanización” de nuestras tradiciones y costumbres que conforman el Patrimonio Cultural del Perú.

Ante todo ello, me quedo (y hasta invoco a los Congresistas a tomar en cuenta) con este párrafo de la sentencia del Tribunal Constitucional que señala:

“una persona que esté en desacuerdo con los espectáculos taurinos podrá no asistir a ellos, como también debe ser libre y voluntaria su concurrencia, por ejercicio en ambos casos del derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad que, según ha reconocido este Tribunal, es un “derecho fundamental innominado o implícito que se deriva o funda en el principio fundamental de dignidad de la persona (arts. 1 y 3, Constitución)… por tanto, no podría alegarse la afectación a derecho constitucional alguno por la sola oferta de los espectáculos taurinos, mientras no se coaccione la asistencia a ellos”.

Coacción. El delito de COACCIÓN se enmarca dentro de los delitos lesivos a la LIBERTAD PERSONAL… osea impedir hacer lo que la ley más importante, la Carta Magna, no prohíbe, y el Tribunal Constitucional ampara. Esto es, la libre asistencia a los espectáculos taurinos tal cual son y se dan a lo largo de la geografía nacional. Somos libres. Seamoslo siempre.

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