22/2/12

Alexander Guillén corta la única oreja en el cierre de la Feria del Sol

Alexander Guillén ganó el trofeo de COREALSA como triunfador de la corrida de los toreros venezolanos. Foto: Jorge Cepeda

por: Víctor Ramírez “Vitico”

El cierre de la feria del Sol no fue lucido ni espectacular como el resto del ciclo, aunque Alexander Guillén cortó la única oreja del festejo que sirvió para que su primo Jonathan Guillén tomara la alternativa, ante los toros de Juan Campolargo.

La corrida de toros nos dejó en el recuerdo una buena presentación, por serios, hondos y fuertes, además de un comportamiento interesante, ya que fueron en su mayoría bravos y encastados, de esos que piden el carnet.

Tomó la alternativa Jonathan Guillén, que acusó el escaso rodaje de su etapa de novillero. Lanceó al astado del doctorado con voluntad e intentó torearle, pero no logró centrarse, para fallar reiteradas veces con los aceros. Ante el hondo y cuajado octavo, Guillén se mostró sin recursos y abrevió casi de forma inmediata.

Leonardo Rivera firmó una decorosa, correcta y seria actuación, dejando detalles. Saludó con voluntariosas verónicas al segundo, al que realizó una faena en la que destacaron algunos derechazos largos, dentro de un tono correcto. Un bajonazo con derrame le privó de un posible trofeo. Con el quinto, Rivera estuvo firme y decoroso, luciendo oficio y temple, en varias series de muletazos largos y de buen trazo. En este turno se le atascó el descabello lo cual dejó su actuación en palmas.

El mejor toreo de la tarde corrió a cargo del valenciano Eduardo Valenzuela, que estuvo serio y centrado con su lote. Discreto con las banderillas ente el tercero, poco pudo hacer ante un ejemplar deslucido. Seria con el serio y armado sexto, con el que Valenzuela, tras lucirse en un buen quite por delantales, dejaría las mejores pinceladas de la larga corrida. El toro, manso en varas donde se escupió en varios encuentros, hizo sudar tinta a Valenzuela en banderillas, pero en el tercio final tuvo recorrido, prontitud y casta. Clase, temple y buen gusto desplegó en la arena el joven torero de Carabobo, que cuajó varias tandas de derechazos y naturales buenos de verdad, componiendo la figura, llevando el engaño templado, dejando meter la cara al toro en el momento justo, acertando con las alturas, toques y terrenos, en una demostración sutil de una tauromaquia que con mayores oportunidades ganaría en trazo y expresión. Los meritos conquistados con la muleta, los echó por la borda el torero con la espada, pero su demostración queda allí para los aficionados y profesionales.

Alexander Guillén es un torero de buenas maneras, que siempre anda en el ruedo con gusto y torería, demostrando esta tarde que tiene ganas de abrirse camino. La voluntad y valor que se le suponen al soldado en la batalla las empleó Alexander ante el cuarto, toro interesante por encastado y codicioso. Siempre dispuesto, el diestro logró varias series de merito, sobre todo por el lado derecho, donde enganchó bien las embestidas, el presentar el engaño por delante. Una estocada caída pero fulminante fue el pasaporte para el único trofeo del festejo. El séptimo fue un precioso y serio toro melocotón ante el cual intentó redondear su tarde Guillén, estando voluntarioso, consiguiendo pases largos y de buen trazo, pero fallando a espadas.

FICHA DE LA CORRIDA

Plaza de toros de Mérida.

Martes 21 de febrero.

Sexta y última corrida de feria del Sol.

Poco más de un cuarto de entrada en tarde fresca.

Ocho toros de Juan Campolargo, bien presentados, serios y cuajados, de juego variado e interesante. Bravos primero, segundo, cuarto, y octavo. Manso encastado el sexto y deslucido el tercero. Noble el quinto. Complicado en bravo el séptimo.

Pesos: 435, 455, 471, 452, 486, 486, 430 y 495 kilos.

Leonardo Rivera (celeste y oro) Palmas tras petición y silencio.

Eduardo Valenzuela (blanco y oro) Silencio y vuelta al ruedo.

Alexander Guillén (negro y azabache) Oreja y palmas.

Jonathan Guillén (nazareno y oro) Silencio tras aviso y silencio.

Jonathan Guillén tomó la alternativa con el toro “Sosegado”, número 876, negro zaino.

Destacaron en la brega Gerson Guerrero y Eduardo Graterol.
En banderillas grandes pares de Salvador Moreno y Fabián Ramírez.

Alexander Guillén ganó el trofeo de COREALSA como triunfador de la corrida de los toreros venezolanos.

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