Pocas plazas se dan el lujo de presentar ocho novilleros. Foto: Comana
por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com
La feria de Tovar 2011, en su edición No 168, dio inicio a la programación taurina con una novillada plena de ganas y deseos de sus alternantes; en principio siete, pero luego se sumó Jhonatan Guillén poniendo su ejemplar par quedar en na super novillada de excepción en Venezuela por la cantidad de jóvenes promesas en el ruedo. Aunque con algunas deficiencias de organización –pasables todas- presumiblemente achacables a la empresa debutante este año, el festejo pudo meter casi media entrada en definitiva pero al inicio era algo más de un cuarto.
Se lidiaron realmente novillos toros de pesos en el siguiente orden: 418, 360, 400, 390, 210, 340, 360 y 210 Kgs. ; el encierro era de Los Aránguez, menos el segundo de La Cruz de Hierro aportado para Guillén quien fue ya triunfador en esta corrida tovareña.
Antonio José Ramos, verde manzana y oro: Le salió un buen novillo que pudo sacarle más partido; ejecutó alegremente banderillas y pronto le dieron merecida música a su faena algo apurada; pero con la espada no le fue bien pinchando y defectuosa estocada. Silencio.
Jonathan Guillén, verde botella y oro; le corrió bien la mano y con suaves muletazos; toreó templando y cuidadoso de pases limpios; pinchazos y media estocada. Silencio.
Tomás Martínez celeste y oro: Recibió en la puerta de toriles con valiente tafallera de espaldas al portón; la cuadrilla se vio desordenada y deficiente en banderillas; con pases de valentía, ligó lo que pudo al ejemplar con genio que en un descuido lo cogió mientras se retiraba perdiéndole la cara. Pinchazo y estocada delantera. Vuelta al ruedo.
Angel Miguel Guía, Azul marino y oro; Saludó con dos valerosas largas cambiadas que arrancaron aplausos; lanceó con suavidad y pureza. Aunque le salió un burel distraído, sus pases fueron artísticos. Voltereta sin consecuencias. Estocada trasera hasta la cinta. Silencio.
Jesús Enrique Colombo, Palomo y oro: Demuestra estar maduro con los trastos, en capa tiene un garbo sin igual; con la muleta es variado; cala en los tendidos. Su ejemplar fue malo pues salía distraído de cada pase. Estoconazo de habilidad en un segundo que le descubrió el morrillo. Petición de oreja; Vuelta al ruedo.
Antonio Suárez, verde botella y oro: Recibió con buenos lances; siempre con una suavidad de experto; En la muleta exhibió el mejor manejo del engaño. Estocada delantera; Palmas y vuelta al ruedo.
Miguel Molina “El Ovejo”, de rosa y oro: Tuvo el detalle de invitar en el segundo tercio a Ramos y oferecieron bonito espectáculo. Su ejemplar fue parado, no se arrancaba; insistió y algo pudo mostrarse. Muy deficiente con la espada le sonaron tres avisos.
José Antonio Salas, azul marino y oro: Como era el más novel, se le complicaron las cosas en todos los tercios. Tiene ganas y podrá llegar. Silencio
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