El francés Sebastián Castella matando en el Festival de Quito 2010 vestido de garçón de Pigalle.
tomado de blog: deltoroalinfinito
Carta de respuesta del matador Sebastián Castella
a Federico Arnás en respuesta a su artículo "Quito sí paga traidores"
Revista 6Toros6
Querría aclarar a través de esta carta ciertas ideas que Federico Arnás expuso en su artículo de opinión publicado en el número 898 de esta revista.
Después de mucho pensar y releer con sorpresa, incredulidad y estupor sobre lo escrito de los toreros que estamos anunciados en la próxima Feria de Quito, sólo llego a tres conclusiones por las cuales el columnista asegura semejantes barbaridades sobre ese ciclo taurino y sobre mí particularmente.
Una, que sus afirmaciones provengan de la ignorancia, algo que me cuesta creer en una persona instruida en la cultura taurina como él. Dos, que lo haga para molestar, por afán de notoriedad o movido por intereses que a mí se me escapan. Tres, que descalificar sea algo que ahora le haga sentirse importante.
En Quito, mientras haya vida taurina, habrá esperanza. Por circunstancias que el lector de 6Toros6 sabe, en la presente temporada no se podrán matar los toros en la plaza, lo cual no prohíbe la celebración de corridas. Esta medida la entendemos como temporal, y, por tanto, confío en que pueda volver a su cauce como todos la conocemos. Pero algo habrá que hacer. Nos acusas Arnás a los que tomamos una actitud activa: torear.
Sin embargo, tú prefieres “morir con dignidad” (¿cuál? ¿la tuya?). Prefieres llorar la pérdida sin intentar evitarla. No sólo no te quedas quieto, visto lo visto, sino que pones piedras en el camino. Muy meditado no parece el planteamiento del que solo ve la muerte de la y Fiesta como solución (la muerte, precisamente es lo que pasa cuando no hay más soluciones). ¿De verdad no se te ocurre otra cosa? Yo prefiero no mirar para otro lado y afrontar el problema de cerca. Quiero que la Fiesta no se muera y estoy orgulloso de hacer algo para evitarlo.
Quizá, sería muy fácil no haberme anunciado, quejarme como un amargado y presenciar cómo se acaba la Fiesta en un sitio que tanto me ha dado y que, como reconoces, tantos buenos momentos ha proporcionado a la Fiesta de los toros (¡pero da qué se muera, que a ti no te gusta y no le debes nada!). Yo no. Así de diferentes parece que somos.
Qué pena que te olvidaras del festival que toreé en febrero en Quito para defender la libertad taurina, o que me reuní con el vicepresidente del país, Lenin Moreno García, junto a El Fandi para defender la profesión de la que tú y yo vivimos y a la que dedicamos nuestras vidas. Incluso le cedí un vestido para que mi entrevista con él tuviese más eco mediático. ¿Qué intereses tendrás para no destacarlo? El caso es que la Fiesta así no te gusta y hay que matarla y criticar a los que creemos lo contrario. No olvides que una cosa es la dignidad y otra es ponerse digno.
Por cierto, ¿por qué no usas tus argumentos sin faltar al respeto ni descalificar?
Pero más allá de que a ti no te preocupe lo que hagan los ganaderos con sus toros en el campo o el impacto económico que pueda tener esta medida en Quito, y que si por ti fuese se hubiesen cargado los toros y listo, también comparas la feria ecuatoriana con Las Vegas y utilizas unas declaraciones mías para ponerme en evidencia. Cuando hay ganas de faltar, parece que cualquier cosa vale. ¿Es igual la más que centenaria historia taurina de Quito que el simulacro de Las Vegas? ¿Es lo mismo el toro bravo de Quito que lo que salía en Las Vegas? ¿No es el toro de Quito tan peligroso como el que más, cosa que no puede decir el de Las Vegas? ¿Dónde reside mi falta de respeto al rito taurino? ¿En que si no hacemos lo que tú propones (no hacer nada) la Fiesta allí desaparece según tus ecuaciones de adivino profeta? ¿Qué deberíamos hacer, bajar los brazos y ya? ¿Te nombramos a ti juez que decide quién es el buen aficionado (el que, curiosamente, piensa como tú) y quién el malo (todos los demás)?
Aunque el rito no sea el que todos deseamos, por lo menos en Quito saldrá el toro y sonarán clarines y timbales, algo que, por ejemplo, en Barcelona, por desgracia, seguro que no pasará el próximo año.
En TVE tampoco se oyen, ni los timbales, ni los clarines ni a ti quejándote en condiciones o tomando medidas como director de Tendido Cero. ¿Esa te parece mejor solución? Pues a mí no y ojalá el tiempo nos dé la razón a los toreros, aunque tu dignidad obedezca a motivos que yo como aficionado no alcanzo a comprender.
¿Por qué no peleas en TVE, que desgraciadamente ignora los toros, en la que tú como director de Tendido Cero te conformas con lo que hay y callas ante la prohibición de las corridas de toros en directo? ¿Contra ese enemigo tampoco luchamos? Mejor cobrar del que te prohíbe y callar. ¿Ese es el aficionado que salvará la Fiesta, no el que torea y va a los toros? ¿Quién eres tú para acusarme de pesetero? ¿Te sientes bien llamándome "traidor"? Repasa mi carrera, verás que el dinero nunca me ha movido, y ahora no lo hace. Sobre lo de traidor, haré lo que tú no has hecho: pensar el significado de las palabras y no te responderé.
Espero que quede claro que prefiero la acción a estarme quieto diciendo barbaridades y falsedades sobre los demás. No lo esperaba de ti, Federico. Espero que vuelvas a un camino un poco más moderado, de tener clara la dirección a la que queremos ir (lo de matar la Fiesta queda justo en dirección contraria, por cierto) y de remar hacía allí, o que si no, que tengas la decencia de no insultar a los que nos jugamos la vida, que enemigos ya tenemos los taurinos.
Dejémonos de peleas entre los que tenemos en común el amor al toro y luchemos en su favor.
Sebastián Castella
A la clásica usanza de Pigalle tocado con sombrero ad hoc
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