24/9/11

Feria de la Mercè Foto: Javier Arroyo - apalusos.es

Morante de la Puebla, que regaló un sobrero, El Juli y José María Manzanares se reparten nueve orejas y salen a hombros de la Monumental entre una multitud que les llevó a hombros al hotel.

por: Ángel Berlanga - aplausos.es

Histórico, irrepetible e inolvidable lo vivido en Barcelona. Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares salieron a hombros tras repartirse nueve orejas y demostrar que el toreo sigue muy vivo en la ciudad condal. La terna salió por la puerta grande entre el clamor del público.

Arrancó el festejo en La Monumental y lo hizo entre la fuerte ovación del respetable y los gritos de !Libertad, libertad¡. Tanto Morante de la Puebla, que hizo el paseíllo destocado luciendo un vestido negro y azabache con remates blancos, como sus compañeros Juli y Manzanares fueron obligados a saludar junto a sus respectivas cuadrillas tras romperse el paseíllo.

El primero fue un toro acapachado y astifino al que Morante recibió bien de capote en bellos lances a la verónica rematadas de gran media. Cumplió en el caballo y El Juli entró en quites para ejecutar varias chicuelinas rematadas de una media a pies juntos y de frente soberbia. El toro resultó manejable aunque sin demasiada clase. Nunca se entregó de verdad y el sevillano sólo pudo dejar un inicio muy torero, con trincherazos y pases de la firma, y algún natural suelto de bella factura en el tercio. Faena a menos en la que el de la Puebla no se terminó de encontrar a gusto. Ante el cuarto, escuchó una fuerte bronca. Tan sólo, reseñar un bello y torero quite por chicuelinas ya que en el último tercio el toro llegó con genio. El sevillano no lo vio claro y pronto se fue a por la espada. Mal con los aceros.

El de la Puebla se desquitó y regaló el sobrero, un buen ejemplar de Juan Pedro Domecq, noble y con calidad. El sevillano estuvo cumbre a la verónica tanto en el recibo como en un posterior quite. Sensacional. El de la Puebla, soberbio en todos los tercios, cogió los palos e invitó a sus compañeros a poner banderillas. El sevillano pareó con gran pureza mientras que Manzanares clavó un par al violín. La faena estuvo llena de inspiración, torería, belleza y naturalidad. Fenomenal Morante que bordó el toreo con la izquierda. Dejó una estocada corta. El sevillano, incluso llegó a apuntillar al toro. Dos orejas de ley.

El Juli cortó dos orejas ante el que hizo segundo, un toro fibrado y astifino. Serio. Lo recibió a pies juntos con ceñidos lances. Cumplió en dos encuentros y fue ligeramente protestado por el público por su supuesta endeblez. Algo que no acusó en el último tercio ya que sacó casta, raza y en definitiva, bravura. Aguantó el toro una exigente faena de El Juli que pronto se lo sacó a los medios. Toreó sobre la diestra en tres series de enorme poder, mano baja y un toque fijador que hizo romper al animal. Con la izquierda, la receta fue la misma logrando una serie extradordinaria. Entró a matar con decisión y dejó una estocada trasera y algo caída que necesitó de un golpe de descabello. Paseó las dos orejas portando una senyera que le lanzaron desde el tendido. Otra oreja sumó del quinto un toro complicado y que siempre anduvo midiendo al torero. El Juli se impuso de manera magistral en una faena de extraordinario mérito ante un toro que nunca quiso ir metido en la muleta. El de Velilla hizo un alarde de técnica, firmeza y valor. Mató de estocada soberbia que dejó al toro sin puntilla. Incomprensiblemente sólo se le concedió un trofeo.

Dos orejas sumó Manzanares del tercero, al que saludó con verónicas combinadas con chicuelinas y una larga cordobesa. Saludaron en banderillas Juan José Trujillo y Luis Blázquez. El alicantino sujetó a la perfección en los medios a un toro que a pesar de su mansedubre tuvo casta y transmisión. Lo mejor del alicantino llegó en un inicio de faena con tres series sobre la diestra apoteósicas. Lo embarcó perfecto para después torear muy templado. Por el izquierdo, el toro le dio un pitonazo. Volvió a la derecha para finalizar su labor de una estocada en la suerte de recibir.

La faena al sexto estuvo precedida de un extraordinario quite del perdón de Morante de la Puebla que remató de un media sublime. Tras ello, Manzanares dejó una obra cumbre llena de temple, gusto, despaciosidad, hondura y empaque ante un buen toro de Cuvillo. Todo eso tuvo la faena del alicantino que toreó con reunión en lo que fue un homenaje al temple. Volvió a matar de una gran estocada recibiendo y paseó las dos orejas.

Barcelona, sábado 24 de septiembre de 2011.
Toros de Núñez del Cuvillo y Juan Pedro Domecq (7º, como sobrero).

MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio, bronca y dos orejas con petición de rabo en el sobrero de regalo;

EL JULI: Dos orejas y oreja con fuerte petición de la segunda;

JOSÉ MARÍA MANZANARES: Dos orejas y dos orejas; Entrada: Casi lleno.

Saludaron en banderillas Juan José Trujillo, Curro Javier y Luis Blázquez.

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