por: José Ortegón Joselito
Se anunciaron 6 TOROS 6, de "Paispamba", de propiedad de Dn. Enrique alvarez, para tres toreros colombianos.
MANUEL LIBARDO, el primero de los matadores de toros colombianos que abrió el ciclo de corridas de toros en nuestra querida plaza de "Cañaveralejo", le tocó en suerte un toro-toro, propicio para el triunfo. ¡Qué pasó torero! Ese primero era un toro para hacer lo que tú sabes hacer: ¡Torear bien! Te lo voy decir en otras palabras, guardadas las proporciones: una faena verdadera, sin pausas, sin intermitencias, así en la misma linea del Gran CESAR RINCON, sin perder un minuto.
Quizas, después de lo de hoy, tengas presente admirado torero, que el triunfo no da espera. Lo mejor de la tarde, lo mas clásico dentro del toreo eterno, fué lo que hiciste en el cuarto: Era un toro muy distinto del primero. Tus muletazos, hondos, profundos, con el pecho por delante y la distancia exacta, es el toreo de verdad. Seguramente muy pocos en el tendido lo asimilaron. Pero si como me dicen, que quien te ayuda es el Maestro, pues nada: tú ahí. Hay momentos en los que uno no puede hacer páusas ni siquiera para tomar agua o secarse el sudor.
Te sugiero torero, que te documentes de lo que hicieron en Madrid, tu Maestro, Manolo González y José Ramón Tirado (mexicano). Todos ellos son parte de la historia, porque no tuvieron sed, si secaron el sudor. No se despegaron del toro ni un instante, desde que salió hasta que murió. El toro propicio para el triunfo, tiene que ser un imán para el torero. Nos quedaste a deber un triunfo que ya estaba cantado. Otra vez será...
El 6o. toro de la tarde de JOSE FERNANDO ALZATE, era otro toro extraordinario: Largo, hondo, con cuajo, con muscultara. ¡Qué embestidas mas largas y fijas en el engaño! Se desplazaba haciendo el avión. No dió una cornada. Era una delicia para hacer el toreo bueno. Nueastro paisano cortó una oreja. Premio al esfuerzo y al mérito. El otro toro, fue un marrajo. Ojalá el ganadero, en un acto de responsabilidad, envíe a toda su descendencia al matadero.
RICARDO RIVERA, no tuvo suerte con sus oponentes. Tuvo algunos destellos de buen torero, pero todo deshilvanado. No tuvo coherencia y así no se puede triunfar. En su favor debemos anotar, que los toros que toreó eran mansos; pero mansos de verdad, igual que el primero de Alzate. Sin embargo, este torero bueno y exquisito, nos ha deleitado mas de una vez, con un toreo de cristal, digno de cualquier torero nacido en las riveras del Guadalquivir.
Balance para el gandero: Tres toros mansos, PERO MANSOS DE VERDAD. Los demás: uno aceptable, y dos, como ya dijimos, el primero y el sexto, excelentes para el torero y para el ganadero. Buen balance y enhorabuena ganadero.
¡Ah!, se quedó en los corrales de la plaza, un toro de preciosas hechuras, corniapretado, bajito de agujas, fino de cabos, y muy entipado como toro bravo. Lo rechazó la Junta Técnica (lo cual desató mi ira), porque no tenia las dimensiones que éstos exigirán para la lidia. ¿Habrase visto? No sabía hasta hoy, que de ella forman parte tres caballeros, que entre otras cosas, son muy señores y bellisimas personas. Pero si vuelven a rechazar toros tan preciosos de hechuras, mi ira los perseguirá más alla de ultratumba...
Creo sin ser triunfalista, que el 6o. toro se merecia la vuelta al ruedo.
Att. Joselito.
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