Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


Bono de colaboración desde 10 $ en: Asogata, 
Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
Contacto: 0412 658 4112

31/12/14

¡Triste final...después de una gran ilusión!

Juan Bernardo Caicedo, hoy no tuvo suerte. Sus seis toros de magnífica presentación y lámina, con el peso, la edad y unas hechuras como para embestir, nos defraudaron a todos. Foto: Camilo Diaz Santa - cronicatoro.com

por: José Ortegón "Joselito"

Este lunes 29/12 cuando salimos de la Plaza de Toros de Cali, nos embargaba la ilusión de que la MEJOR FERIA TAURINA DE AMERICA, por fin había encontrado su rumbo. Queremos seguir ilusionados porque somos mas los que conservamos la fe, que los portadores de malas nuevas.

Ya no existe ninguna duda de que a la afición taurina de Cali no se le puede engañar. Esta afición taurina que era el patrimonio más fiel de cualquier empresario taurino, no de ahora sino desde hace mucho tiempo, sabe diferenciar con diamantina claridad, lo bueno, lo regular y lo malo.

Hay que ver cómo se transforma este público maravilloso, cuando un torero de clase, con arte, hondura y escuela, adelanta el engaño, embarca al toro, lo lleva templado y remata el muletazo sin que el toro tropiece el engaño. ¿Cuál osado es el que se atrevió a decir que en Cali no saben de Toros? ¿Quién fue el que propaló el infundio mendaz y temerario, de que hay que traer toreros malos porque aquí da igual uno que otro? ¿Quién fue el que desconociendo el sentir de la afición, contrata toreros para la galería y no para el paladar del buen aficionado? ¿Acaso el año pasado 2013, la corrida en que se anunció a Jose Mari manzanares no fue la mejor entrada de la temporada?
Entonces…¿En qué quedamos?

En el año 1971, cuando regresé de España como Matador de Toros, conocí al magnífico taurino Bernardo Caicedo, padre de Juan Bernardo Caicedo, cuyos toros se lidiaron este martes 30/12 en Cañaveralejo como colofón y cierre de la temporada taurina 2014. Tengo la mejor impresión de Bernardo. Su hijo Juan Bernardo, el Ganadero, hoy no tuvo suerte. Sus seis toros de magnífica presentación y lámina, con el peso, la edad y unas hechuras como para embestir, nos defraudaron a todos. Pero no de cualquier manera. Fue algo preocupante para cualquier ganadero, en el entendido de que a cualquier ganadero del mundo, una corrida le puede salir mansa, agresiva, con malas ideas, con genio y casta de la mala. Pero es que todo conspiró para que saliera mal.

Un cartel de "banderilleros" como lo suelen llamar los "sabios" del callejón. Al no despertar el interés de la afición, castigaron a la empresa: ¡Menos de media entrada! Señores Directivos: hasta cuándo debemos repetirles, que este negocio es de taurinos. Que aún sabiendo que no han sido momentos buenos por los que atraviesa la Plaza, hay que confeccionar carteles con toreros-toreros, si de verdad queremos que la afición que nos demuestre una y otra vez que quiere lo bueno, no nos abandone para siempre... ¿Es mucho pedirles a ustedes que no saben de toros, que se asesoren por quienes sí saben de este negocio?

Pues bien: Juan José Padilla, torero corajudo que debe estar siempre arropado de un torero de los que con un muletazo hacen que valga la pena el valor de la entrada, hoy estuvo anodino, desangelado y hasta ausente del ruedo. En honor a la verdad y por respeto al torero, debemos decir que sus dos toros fueron, infames para el torero, y así es imposible triunfar, así sea solamente en el tercio de banderillas.

Sebastián Vargas, el primero de sus toros, complicado, sin clase ni recorrido, le hizo pasar momentos de apremio. Tanto sus toros como los de Padilla, eran de los que esperaban y cuando embestían recortaban por lo bajo con aviesas intenciones. Su segundo toro, idem. Claro que el torero, que hemos visto muchas veces valeroso, con sitio y jugarse el tipo, hoy, se descontroló. Con esos toros, así cualquiera.

Antonio Ferrera, quien hemos visto frente a corridas duras, complicadas y de cloroformo y hule, hoy no quiso jugarse el tipo. Está en su derecho como ser humano. ¿A quién se le ocurre en tiempos de paz, exigirle a un hombre que vaya a la guerra? Su primer toro, no fue bueno; pero el toro jabonero sucio, muy en la línea de Veragua, fuerte y corpulento, no lo pudimos ver de verdad, porque el torero en ningún momento, ni adelanto el engaño, ni embarcó al toro, ni remató los muletazos. Respetuosamente Torero: ¡No estuviste bien! Pero no te preocupes: tú y Padilla, el año entrante tienen su contrato asegurado. Así que ¿Para qué jugarse el tipo?

En fin: Todo salió al revés, empezando por el ganadero, que tiene en su dehesa todo un manantial de raza inagotable, surtida con lo mejor de España, de Alhama y Guachicono, ganaderías que pasan por un momento extraordinario - injustamente proscritas en Cali, sin causa ni razón -, que lo único que han hecho como ganaderos es ayudar y fomentar las ganaderías en Colombia, y procurar que su simiente se trasplante a otras ganaderías que han triunfado, no solamente en esta plaza, sino en todas las plazas de América. Pero, vendrán tiempos mejores; y el tiempo y la razón, pondrán las cosas en su sitio.

Att. Joselito.

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