Arrimón de César, que se “montó” encima del toro, para arrancar algún muletazo suelto. Foto archivo: blog cucurin
por: Víctor Ramírez “Vitico”
El matador de toros César Vanegas ha cortado la única oreja en la primera corrida de la feria de Seboruco, en la que el pobre juego de los toros dio al traste con la brillantez del festejo.
César Vanegas, el ídolo local, se justificó totalmente a pesar de pechar con un lote blando, flojo y deslucido. Al primero lo saludó con buenas verónicas, banderilleando en unión de Rafael Orellana, clavando ambos un par en todo lo alto. Centrado, serio y con oficio, Vanegas cuajó dos buenas series de derechazos, dejando el engaño en la cara del noble y flojo ejemplar. Se apagó el astado tras esas dos tandas y el diestro recurrió a los adornos y desplantes. Pinchazo y entera baja para saludar en el tercio.
Al cuarto lo saludó Vanegas con faroles de rodillas y buenas tafalleras. El toro, blando y noble, rodó varias veces por la arena, quedando muy mermado. Ante este ejemplar, Vanegas tiró de oficio y recursos para intentar levantar una faena, que brindó a su señora madre. Arrimón de César, que se “montó” encima del toro, para arrancar algún muletazo suelto. Media fulminante y cortó la única oreja del festejo.
Cumplió con decoro Rafael Orellana, que poco pudo sacar en claro. Ante su anovillado primero, se mostró fácil con el capote y las banderillas, pero en el último tercio, sólo pudo estar voluntarioso el tovareño, que se libró por reflejos de las coladas, achuchones y tornillazos que repartió por ambos pitones el “regalito”. Ante el gordo y feo toro que cerró la corrida, Rafael Orellana se limitó a lidiarlo con eficacia con el capote y entrarle a matar. Arrollando, topando y cazando, el animal acusó la poca luz, que le permitió desarrollar su mansedumbre, que quedó de manifiesto al huir del picador descaradamente.
Animoso, entregado y acelerado, el novillero Juan Gómez “El Gato” encendió al público, con largas cambiadas de rodillas y buenas verónicas. Tras un espectacular par al violín al quiebro, El Gato logró muletazos largos y buenos en las dos primeras series, tras abrir con unos vibrantes derechazos de rodillas un trasteo tan vibrante como ligero. Buenos destellos del joven torero al que falta el oficio necesario para resolver la lidia con más poso, pero estos detalles son corregibles, lo importante es la actitud y la decisión, que demostró sobradamente. Una entera que no hizo efecto y dos descabellos, dejaron todo en una vuelta al ruedo generosa.
Ficha de la corrida
Seboruco, estado Tàchira
Domingo 31 de agosto 2014.
Plaza de toros portátil “La Venezolana”
Lleno en tarde agradable.
Toros y novillo de Rancho Grande y El Prado, desiguales de presentación y juego. Nobles pero flojos y blandos primero y cuarto. Difícil el segundo, peligroso y con mal estilo el quinto. En tercer lugar el novillo, que fue noble.
César Vanegas, de negro y oro: Saludos y oreja.
Rafael Orellana, de azul rey y oro: Palmas y silencio tras aviso.
Novillero Juan Gómez “El Gato”, de azul rey y pasamanería blanca: Vuelta tras dos avisos.
El matador de toros César Vanegas recibió una distinción como diestro destacado de su natal Seboruco. Las cuadrillas cumplieron con corrección.
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