14/9/14

Tovar/2da de Feria: Una tarde imborrable

No olvidará Ernesto Javier Tapia “Calita” su debut en este coso. Foto: Jorge Cepeda

* Sánchez Vara y Calita salen a hombros en una corrida histórica

* Un toro de Rancho Grande de regalo asombra a todos

por: Víctor Ramírez “Vitico”



Cuesta encontrar palabras, frases, ligazón e hilo conductor para reseñar lo sucedido en la segunda corrida de la feria de Tovar, un festejo que transcurría con normalidad hasta que salió a la arena un toro de regalo, que terminó siendo protagonista de la tarde. Ni los más veteranos aficionados recordaban que un astado saltara tres veces al callejón, incluso con una estocada hasta las cintas. Todos a la salida del coso nos preguntamos si alguien alguna vez había visto algo semejante. La respuesta en todos los casos fue negativa. A hombros se fueron Sánchez Vara y Calita, mientras que Alexander Guillén se fue rumiando una tarde que no fue la suya.

Empecemos por el buen oficio y hacer de Sánchez Vara ante el que abrió plaza, un toro noble al que lanceó de forma excelente a la verónica, clavando tres soberbios pares de banderillas, siendo el segundo, un monumento al arte de banderillear, pues el diestro le dio todas las ventajas al toro, sacó los palos desde abajo con torería, se asomó de verdad al balcón y clavó en todo lo alto. Vara cuajó una buena faena, con excelentes series de derechazos y naturales largos, hondos y templados. Faena de torero con oficio, que domina los tiempos y las alturas de los cites, que sabe en definitiva cuajar a un buen toro, como fue este “Retador”, que incluso le propinó una voltereta al diestro que terminó por caldear el ambiente. Paseó la oreja tras pinchazo y entera. Al toro le dieron la vuelta al ruedo. Con el cuajado cuarto, Sánchez Vara volvió a destacar por su pureza al banderillear y toreó con ganas en una faena vibrante, aguerrida y emotiva. Sacó todo lo que tenía el toro gracias a un portentoso oficio. Destacaron varios naturales del español, largos y buenos. Estocada algo baja para cortar dos orejas.

Alexander Guillén no tuvo su tarde, pues muchos factores se juntaron para que su actuación fuese discreta. Ante el terciadito primero, que tuvo movilidad, pero que no fue fácil, Guillén lo intentó con voluntad, pero poco le sacó en limpio. El astado se movió con nervio, destemplado, y el torero no se acopló. Enganchones y falta de colocación impidieron que la buena voluntad de Guillén prosperara. Falló con el acero. Alguna buena verónica le dio al quinto, un toro que se paró en seco. El torero lo intentó todo, buscó distancias, alturas en los cites, le dio sitio, pero el astado, parado totalmente no le permitió al merideño resarcirse.

No olvidará Ernesto Javier Tapia “Calita” su debut en este coso. A su primero lo recibió a portagayola con una emocionante larga cambiada, que tuvo una preparación llena de gestos del torero que encendieron al público. Fácil con el capote, Calita cuajó varios muletazos llenos de gusto y temple. Muy entregado el azteca, le buscó las vueltas al remiso ejemplar.Tras una contundente estocada hubo petición de oreja no concedida.
El sexto no le dio ninguna opción y Calita estuvo delante de èl con sinceridad y entrega, pero sin poder hacer prácticamente nada. Regaló un toro de Rancho Grande, terciado pero ofensivo por delante. “Ampareño” salió suelto, no hubo manera de fijarlo. El mexicano, listo y con oficio se lució en quites, aprovechando las huidas del toro, uno por faroles invertidos le quedó bordado. Tras el segundo par de banderillas el toro saltó huyendo, Calita le persiguió, en la carrera le toreó con entrega, rapidez y emotividad. Nuevo salto al callejón, más pases de Calita, unos llenos de buen gusto, otros emotivos.

Pelea de toro y torero que el público a los compases de un pasodoble que sonaba de un cd porque la banda puso pies en polvorosa, siguió con autentica pasión. Es difícil describir una faena desgarrada, emotiva y desordenada, que fue casi una capea en varas y banderillas y terminó siendo un trasteo popular, apasionado, jubiloso, extrovertido y singular. Tras una estocada pescuecera el toro saltó por tercera vez al callejón en medio del asombro de todos, rodó al salir de nuevo al ruedo y Calita cortó dos orejas que paseó en medio de una clamorosa vuelta al ruedo. Un ídolo para el pueblo.

FICHA DE LA CORRIDA

Plaza de toros de Tovar
Sábado 13 de septiembre.
Segunda corrida de feria.
Casi lleno en tarde agradable.

Cinco toros de Juan Campolargo, desiguales de presentación y juego. Bravo y noble el primero, “Retador”, número 993, colorado, premiado con la vuelta al ruedo. Difícil pero con movilidad el anovillado segundo. Noble el cuarto, parado, tardo y soso el quinto. Deslucido el sexto. El tercero, de Rancho Alegre, cumplió. Un toro de Rancho Grande, en séptimo lugar, de regalo mansurrón y con movilidad.
Pesos: 470, 430, 435, 450, 425, 440 y 445 kilos.

Sánchez Vara, de blanco y oro: Oreja y dos orejas.

Alexander Guillén, de azul rey y oro: Leves pitos tras aviso y silencio.

Ernesto Javier Tapia “Calita”, de grana y oro: Vuelta tras petición, silencio y dos orejas.

Las cuadrillas cumplieron bien. La banda de música se retiró tras el sexto toro. El sobrero de regalo saltó tres veces al callejón, incluso ya casi muerto.

Sánchez Vara y Calita salieron a hombros por la puerta grande.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Artículos anteriores