El Triunfador de la Feria fue Rubén Darío: La autoridad le otorgó una oreja como premio de consolación. Foto: F. Pineda Simancas.
Por: Eutiquio Hevia P.
Cronista e Historiador Taurino
Por cumplir con la tradición taurina y gracias a la Alcaldesa del Municipio Cárdenas: Lic. Máryuri Pernía, se celebró la corrida programada para la Feria de la Consolación, ya en las postrimerías del ferial 2011, coincidiendo con el fatídico día en que muriese Manolete en Córdoba (España) aquella tarde del 28 de agosto de 1947.
Los organizadores: Germán Sánchez y Ricardo Ramírez, programaron el festejo con bureles de Juan Campolargo: ejemplares anovillados que dieron un deficiente resultado en el ruedo, exceptuando el último del festejo que fue más potable, cuando ya las sombras de la noche caían sobre el Coliseo.
Se contrataron a los espadas Domingo López Chaves (debutante español), César Venegas torero del patio y Rubén Darío Esteves quien regresaba con un buen palmarés. Sólo acudieron a los tendidos más de un cuarto de plaza.
Quedó demostrado que un festejo de esta naturaleza hay que promocionarlo con anterioridad por todos los medios de comunicación y podemos afirmar que fue un festejo en familia. No hubo un éxito económico y mucho menos artístico; habrá que analizar los pro y los contra para superar escollos.
Con una tarde radiante y un buen sol, se celebró el festejo donde había esperanzas de éxito tanto para el ganadero como para los de a pié, pero no hubo, ni lo uno ni lo otro. Abrió plaza el hispano López Cháves; vistió un terno rosa y oro; salió quizás nervioso y no se acopló con su oponente al que le realizó faena muy deslucida y sin poder acoplarse al burel; recibió palmas en el primero.
Al segundo de su lote la dosis aplicada fue un poco más eficiente pero las cosas no pasaron de querer y quedarse, recibiendo palmas y tardando en caer el ejemplar por la espada.
César Vanegas, como siempre trató de agradar tanto con el capote como en banderillas; vistió un terno mostaza con bordados de azabache; al primero logró ligarle algunos pases agradando al soberano; pero con el segundo de su lote no lo quiso ver después que casi fue atropellado por el burel al que despachó sin medir comentarios. Protestas.
En cuanto al ya veterano Rubén Darío, con su terno manzana y oro, le vimos con deseos de agradar y en su primero trató de ligar faena pero con las malas condiciones del oponente se puede decir que cumplió el cometido; con el segundo y último de la tarde que fue el más potable del encierro, lo lanceó con el capote y ligó con la muleta trío de buenos derechazos que luego se esfumaron por lidia atropellada y sin temple; el animal se descompuso y Rubén Darío no logró acoplarse, teniendo por final un espadazo defectuoso en la ejecución. La autoridad le otorgó una oreja como premio de consolación y resultado a su actuación.
En cuanto a los subalternos, cumplieron su cometido, resaltando José linares en los garapullos.
En el centro social de la ciudad: Club Torbes, terminado el festejo, fueron entregados los premios en los cuales Rubén Darío fue Triunfador del Festejo; los otros premios desconozco los resultados y por lógica la ganadería resultaría desierta por el escaso juego que demostraran los pupilos de Juan Campolargo.
cuando sera q para usted q sea venezolano esten bien hasta cuando tanta guerra con los toreros venezolanos que falta de argumentos tiene usted para realizar esta nota deje el amarillismo y quiera un poquito la fiesta brava q comentaristas como usted la fiesta del toro se esta acabando q pena tener q ver tantos comentarios tan mediocres bueno lo mismo de siempre
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