Leonardo Benítez y Manuel Escribano a hombros luego de cortar dos orejas cada uno. Foto: Comana
por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com
Tovar.- Este viernes 09/09 se dió la segunda de feria y primera corrida de toros con un encierro con romana de la ganadería colombiana de Paispamba que rondaron los 500 Kgs. Bravos de salida y que se emplearon todos en los caballos. Pesos: 418 (Los Aránguez rejones), 508, 508, 428, 430, 445 y 506 Kgs. Se prestaron para la faena de muleta: 3, 4 y 5. Los demás se apagaron pronto luego de las exageradas varas.
Rejoneador Rafa Rodríguez trató de lidiar con un aplomado de Los Aránguez al que luego de reiterados y frustrados intentos no pudo encelarlo ni que embistiera. Debió abreviar ante la molestia del público. Pitos al toro-
Leonardo Benítez, Azul y oro, banderilleó a sus astados; en su primero invitó a Escribano quien no le devolvió el gesto; breves tandas de muleta que pronto se vieron mermadas por apagarse pronto su enemigo. Estocada trasera y sumamente errático con descabello. Dos avisos. Palmas.
En el cuarto puso todo su empeño para justificarse ante un hermano de su primero; sin embargo, esta vez no se rindió hasta embarcarlo con mando y poderío; sonaron el pasodoble y Benítez ante un semiparado y tardo ejemplar exponía para exprimir todo posible pase. Estocada trasera y tendida que con la petición le capitalizó dos orejas.
Manuel Escribano, verde botella y oro, también ejecutó el segundo tercio –que alivió mucho a la cuadrilla que estuvo imprescisa y deficiente- No tuvo la gentileza de invitar a Benítez. Su primero no le colaboró nada; buscado el bulto además de venirse abajo pronto. Dos pinchazos y estocada tendida. Silencio
En el quinto, Escribano lo saludó con larga cambiada, seguida de verónicas que remató con vistosa revolera. Dio espectáculo con los rehiletes y fue muy aplaudido. Comenzó de hinojos con cuatro soberbios pases en los medios. Luego hilvanó tandas por ambas manos; la orden de música salió y el respetable coreaba cada pase Ole…Ole…El toro Caramelo, No. 20 de 445 Kgs de la ganadería colombiana Paispamba se vino arriba; Escribano, encorajinado, se arrimaba peligrosamente; ejecutó un escalofriante cambiado por la espalda que causó miedo en los tendidos. Pronto pañuelos que el matador no miraba sino que se extasiaba con Caramelo; al no salir el pañuelo de indulto no se inmutaba y se fue por la espada que pronto montó para irse como una vela; pero concedieron con justicia el indulto que él no buscaba y sí merecía el toro. Dos orejas
Oliva Soto, de canario y oro con cabos negros, tuvo un buen toro con el de su debut; Le coreaban con Oles sus tandas por la derecha. Musicalizaron su faena alegrando la tarde; uno que otro pañuelo en el tendido para pedir indulto lo confundió y quiso forzar el premio alargando la faena que más bien descubrió su temor por la toledana; le sonaron el primer aviso lidiando y luego otro aviso por esperar efecto de estocada contraria. División de opiniones.
El sexto toro lo destrozaron en el primer tercio, pues como otros hermanos dio la pelea en los dos caballos y tumbos generando una desordenada capea. Luego no quiso lidiarlo para ver qué tanto podía ofrecer a los asistentes. Pitos
con esos pesos si va la gente a la plaza y sale el toro que da interes al publico
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