ORIGEN.-
Las raíces históricas de la procedencia de las fiestas pamplonésicas de San Fermín, se deben buscar en la etapa correspondiente a los años en que transcurrió lo que se conoce en la historia de la humanidad como la Edad Media.
En esa búsqueda, nos encontramos con tres celebraciones:
- La de carácter religioso en honor a San Fermín,
- Las ferias comerciales y
- Las corridas de toros.
Las primeras datan del siglo XII y las dos restantes, surgen dos siglos después.
Estos tres acontecimientos se unirían en años posteriores, para conformar lo que hoy se conoce como Feria de San Fermín: Festividades que se efectúan del 7 al 14 de Julio de cada año.
Entonces, la ciudad Navarra de Pamplona que no pasa de 200.000 habitantes, llega a albergar durante estos días cerca de 3.000.000 de personas. Gran parte de esta concurrencia se debe, al escritor estadounidense Ernesto Hemingway, quien a través de su libro “Fiesta”, propagó al mundo la gran atracción de estas celebraciones.
SAN FERMIN EN VALENCIA.-
En Venezuela, la afición taurina vive pendiente de los sucesos relacionados con los encierros y las corridas de toros, que se llevan a cabo en los Sanfermines de Pamplona; y precisamente, se enteran de ellos a través del canal de televisión española internacional y demás medios informativos.
Por otra parte, el Club Social Vasco con sede en La Entrada, Municipio Naguanagua de la capital carabobeña, ha venido preparando año tras año -en el curso de casi cuatro décadas- un encuentro de sus socios, amigos, invitados y aficionados taurinos en general, con el objeto de dejar constancia que en la ciudad venezolana de Valencia, la comunidad vasca o sus descendientes emparentados con dicha comunidad, rinden homenaje en su día a San Fermín, con una fiesta en donde los participantes visten con el traje de color blanco, cinta y pañuelo rojo, usado tradicionalmente en dicha oportunidad y en la cuál se pudo disfrutar asimismo, de la música, bebidas y típicas comidas del pueblo vasco.
TIENTA DE VAQUILLAS.-
Por entender que la Fiesta de San Fermín abarca un aspecto religioso, no podía faltar además del elemento taurino, la participación de la fe cristiana demostrada con la presencia de los sacerdotes que ofician, temprano por la mañana, la Santa Misa en la Catedral Metropolitana, donde seguramente se dio invocación a la figura de San Fermín.
Echadas las vaquillas al ruedo confeccionado para tal fin, la concurrencia experimentó los sustos y las emociones que todo espectáculo taurino depara a los asistentes, con la despedida de “Gore, San Fermín, Gore”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario