por: Enrique Barrios Barrios
PRIMEROS AÑOS.-
Este espectacular torero llamado David Fandila Marín, mejor conocido en la vida taurina como: EL FANDI, vino al mundo en la ciudad española de Granada el 13 de Junio de 1981. En sus años juveniles, compartió su inclinación por la tauromaquia con la práctica deportiva del esquí, disciplina en la que logró obtener numerosos éxitos. Finalmente abandona este deporte, dedicándose por entero a la difícil pero gloriosa profesión del toreo, siendo anunciado por primera vez en una becerrada que se efectuó en la población de Armilla, muy cerca de su ciudad natal, el día 30 de Septiembre de 1995.
Lidia como novillero durante los años 1998 y 1999, situándose en este último año en lo más alto del escalafón al lograr torear 60 novilladas, presentándose en Madrid y triunfando en plazas como Granada, Pamplona y Valencia. De igual manera, se dispone alcanzar la alternativa en la siguiente temporada.
ACTIVIDAD TAURINA.-
El Fandi tomó la alternativa en la Feria del Corpus de Granada, el 18 de Junio del año 2000, estoqueando reses de los hermanos García Jiménez, teniendo a José María Manzanares de padrino y de testigo, a Julián López “El Juli”. En esta ocasión, toreó con un brazo que se había roto en la novillada de despedida celebrada en Murcia la semana anterior, logrando sin embargo cortarle una oreja a cada toro, agravándose en consecuencia la herida traumática, que lo obliga a permanecer inactivo por casi dos meses.
A pesar de ello, logra terminar la temporada en su país interviniendo en 29 corridas, debutando ese mismo año en América por Venezuela, precisamente en la Feria Internacional de Noviembre, cuando Valencia celebra sus espectáculos taurinos en honor a su patrona la Virgen del Perpetuo Socorro. A partir de este momento, en que por cierto logra indultar a un toro, El Fandi ha venido cosechando triunfos de manera constante tanto en el viejo como en el nuevo continente.
Es así como encabeza el escalafón taurino de los años 2005, 2006 y 2009, y es tan alto el número de veces que ha abierto la puerta grande de la ciudad que lo vio nacer, acontecimiento éste calificado como un triunfo jamás logrado por nadie.
VIRTUD QUE LO IDENTIFICA.-
Este matador de toros lleva a cabo un tercio de banderillas durante la ejecución de sus faenas taurinas, que no tenemos dudas en designar como único y magistral, si nos atenemos a su técnica, agilidad, dominio y destreza, especialmente cuando coloca los garapullos corriendo hacia atrás, al quiebro o al violín, y detiene la embestida impetuosa del burel con la mano puesta en la testuz de su enemigo. Es por todo ello, que la crítica ya lo considera, como uno de los mejores matadores banderillero de la historia del toreo.
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