por: Giovanni Cegarra
El lunes 26 de enero 2015, arribará a sus 96 años de haber sido inaugurado, el Nuevo Circo de Caracas, ubicado en la Avenida Sur, zona oeste de la capital venezolana, en jurisdicción del Municipio Libertador. En este coso, la afición disfrutó de su gloria taurina, de la actuación de reconocidos artistas nacionales y extranjeros, conciertos, óperas, obras de teatro, películas, hasta de mítines políticos y hoy por hoy, está en manos de los mal llamados “Artistas de Calle”, abandonado por quienes han sido incapaces de enfrascarse, en una lucha frontal para recuperar la esencia que vió nacer, esta joya arquitectónica caraqueña.
A lo largo de trajinada vida, el Nuevo Circo de Caracas, fue declarado Patrimonio Histórico y Artístico de La Nación, Monumento Histórico y Bien de Interés Cultural, declaratorias que fueron anuladas por las apelaciones interpuestas por sus propietarios, miembros de la familia Branger, uno de los cuales, por el año 1997, decidió cerrar sus puertas, hasta el día de hoy, convertido en vertedero de artistas de calle y los de mal vivir.
Se recuerda que la última corrida de toros que se dió en el Nuevo Circo de Caracas, fue el dos de marzo de 1997, la famosa Corrida de la Policía Técnica (PTJ), hoy CICPC, un mano a mano entre el matador de toros mexicano Alejandro Silveti y el venezolano Leonardo Benítez, ambos cercenando dos orejas, a toros de la ganadería La Cruz de Hierro; y luego, la última novillada el 29 de junio del mismo año, en la que se lidiaron novillos de la ganadería de Luis Gandica, por Javier Cardozo que corta una oreja, Morante Pérez y Dionner Mendoza.
96 años cumplirá el 26 de enero, el Nuevo Circo de Caracas, sumido en el olvido, sin dolientes, apenas uno que otro aspaviento a su favor pero sin resultados influyentes, para lograr su reapertura a la actividad, no solo taurina sino también, a la cultural, musical, en fin, tirado al abandono, a la buena de Dios.
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