por: Germán D' Jesús Cerrada
Desde muy niño conocí al novillero Rafael Bordón, era la época en que se celebraban las corridas de toros en la plaza de toros "Nuevo Circo de Mérida", manejado por grandes aficionados como Don Germán Corredor y el Negro Benz, donde cada domingo se lidiaban toros de Don Fidel Garay.
En los carteles del "Nuevo Circo de Mérida", figuraba siempre un joven, que quiso ser matador de toros: el novillero Rafael Bordón.
Bordón recorrió todos los rincones de Venezuela, donde se celebraban ferias con el marco taurino de por medio; no hay pueblo de Los Andes, donde el novillero tuvo tardes de gloria, saliendo por la puerta grande en hombros de aficionados taurinos.
El pasado viernes se fue a torear en el cielo y este sábado fue llevado a la plaza de toros "Román Eduardo Sandia, en la capilla por donde el paso antes de cada corrida, el padre Kike celebró la Santa Misa por el descanso de su alma, seguidamente entró y salió por la puerta grande, dando la última vuelta al ruedo a hombros de compañeros, aficionados taurinos y familiares, al son de un pasodoble flamenco, interpretado por el padre Kike, Rafael Bordón fue despedido con aplausos, como los que recibió en vida, en tardes de sangre, sol y arena.
un gran amigo y torero descanse en paz amigo rafael bordon toreraso
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