Freddy encendió la plaza con la garra y garbo de los Girón. Foto: Luis López Aramacuto
* Festival Para despedir un año de logros
Por: Jesús Ramírez “EL Tato”
Siempre he expresado que el sabor del toreo llena los sentidos del aficionado y exalta el ánimo con ese componente de emoción y estética que lo hace perdurable. Dicen que el toreo tenía más sabor hace tiempo, cuando el sentido mercantilista aún no había aparecido en una fiesta mas romántica y mas digna que la que nos han hecho vivir recientemente.
Digo esto -discúlpenme por hablar en primera persona- porque el sábado 01 del último mes del año, la maestranza “César Girón” que en 2012 ha marcado pauta en el resurgimiento de valores de la Fiesta, se vio engalanada con un festival que en el papel decía poco, pero que en la arena llenó de luz y emoción, por ese toreo bueno, con gusto renovado por la liturgia, que contrasta con esas grandes tardes de oropel donde salimos comentando mas de lo mismo.
Los utreros de Don Juan Campolargo para el entretenido festival hicieron deparar grandes momentos de emoción. Javier Palacios novillero olvidado por las empresas, se recreó a la verónica y supo torear con gusto y sapiencia exprimiendo hasta el último muletazo, lanzando otro bocinazo importante para que lo tomen en cuenta.
El actor y aficionado práctico Sandy Olivares, se gustó toreando al bravo becerro en infinidad de pases, sin acusar cansancio y demostrando afición desbordante y buen gusto torero.
Norbic Cariel dejó por un día su capote de subalterno, para torear como un novillero deseoso de triunfo, logrando consentir al astado hasta que lo embebió en la pañosa en inteligente labor.
Curro Choroní, otrora novillero de emoción, no encontró el camino en su momento; pero el sábado 01/12 se descubrió como un gran valor de inteligencia y dominio, toreando con aplomo desde la larga a portagayola hasta los derechazos marcando el compás, el trincherazo de lujo y los naturales largos y mandones.
La gratísima sorpresa fue el matador Freddy Girón, ahora maestro ad honorem de la Escuela Taurina “Don Pedro Pineda” en Maracay, quien invitado por Sandy Olivares, tomó la muleta y con estoicismo ligó derechazos de temple y hasta la girondina, con trazos académicos, que hizo recordar los tiempos de “El Amo” como fue bautizado por la afición en sus años de efervescencia novilleril.
Repetimos, una tarde de sabor añejo, de torería, que se dio por la afición y empeño de Miguel López que tenía tiempo soñando con un espectáculo de lujo y lo logró, haciéndose partícipe hasta bregando con la capa y llevando con garbo y elegancia los novillos al caballo.
Bonita tarde de torerismo la vivida en Maracay, donde los aires toreros de fragancia y altura siguen vigentes, apartados de rencillas y zancadillas, de montajes y egoísmo. Maracay torera es así…..
Excelente por Maracay, prácticamente dando temporada, dando festejos casi todos los fines de semana, aunque sea festivales. Tremendo 2012 para Maracay! Se imaginan que todas nuestras plazas hicieran lo mismo? Este año Maracay y Mérida han dado el ejemplo. Sembrando afición! Y Ole!!!
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