Leonardo Benítez con mucho que ganar en el mano a mano de Maracay. Foto:
* Anunciados en mano a mano el 3 de febrero
por:Por: Jesús Ramírez “El Tato”
Las parejas en el toreo han sido trascendentales a través de la historia. Pero bien se dice que lamentablemente una se queda y otra se va. Cuando “Lagartijo” y “Frascuelo” quedó un sentido estético del toreo con Rafael Molina y se fue una esperanza. Cúchares hizo pareja con “El Chiclanero” y “El Gordito” con “El Tato”, pero la pareja mas natural del toreo ha sido indudablemente, la de “Gallito” y Belmonte.
Luego vinieron Manolete y Arruza, Litri y Aparicio y en México Garza y “Armillita” que provocó que se pelearan las peñas o porras en los tendidos de la plaza México, también Eloy Cavazos y Manolo Martínez que con distinta personalidad y entrega, encendieron de pasión a la afición azteca.
En nuestro país hemos tenido vida varias parejas toreras. Eleazar Sananes “Rubito” y el negro Julio Mendoza en una época romántica del toreo, pudo ser mejor la de “Diamante Negro” y el valenciano Alí Gómez y faltó imaginación entre César Girón y Joselito Torres, igual con Rafael Ponzo y Celestino Correa que agotaron la boletería en Maracay y finalmente “Morenito de Maracay” y Leonardo Benítez, por caminos muy diferentes que no provocaron el remolino en las masas.
Desde entonces no ha habido rivalidad manifiesta en nuestras plazas de toros con 138 toreros que han recibido el entorchado, pero ahora se asoman las parejas imaginativas, esas que no surgen solas, sino que nacen cuando hay taurinos emprendedores con imaginación y que de acuerdo a las circunstancias, pueden amoldar una rivalidad que levante polvareda.
Para el 3 de febrero se anuncia en la maestranza de Maracay uno de esos mano a mano fabricados lejos del mundanal ruido. Leonardo Benítez con 20 años de alternativa que cumplió en octubre y ningún empresario taurino venezolano fue capaz de celebrárselo y Hassan Rodríguez “El Califa de Aragua” con menos de un año portando la tarjeta de matador de toros.
Por primera vez torearán juntos una semana antes del compromiso de Maracay en la Feria de San Sebastián. Allí se rompe el celofán que debería romperse en Maracay.
La maestría, conocimientos, garra y constancia del espada caraqueño se ha mantenido firme y con sello de figura. No tiene nada que perder y mucho que ganar. Entre tanto el aragüeño con mucho por aprender y desarrollar, se somete a un veredicto fuerte ante el conclave que lo vio triunfar este año en marzo, pero que es implacable como juez.
Los toros de “Los Ramírez” una de las pocas ganaderías venezolanas preferidas por las figuras, pertenecen al llamativo aperitivo de este cartel, lo que es garantía para quienes creemos y pensamos, que lo mejor que puede ocurrir es que ambos toreros salgan triunfadores, para que no se quede allí el proyecto de quienes ilusionados, quieren revolucionar nuestro envejecido ambiente taurino.
Un problema en nuestra época es que la gente no quiere ser útil si no importante.
ResponderBorrarWinston Churchill.