Una tarde donde campeó la soseria, a escasez de muchas virtudes en el ganado y tachonada de poquísimos detalles. Foto: caracol.com.co
Por Guillermo Rodríguez Cali - TENDIDO 7 - DICIEMBRE 29 DE 2012 - caracol.com.co
Tarde soleada y de dislates en la señorial Cañaveralejo inaugurada hace 55 años en la que se mezcla aparatosamente un encierro desigual de presentación (me temo que no se sorteó correctamente pues eso explicaría la razón de la sin razón de los dos toros más hechos de la corrida de Don Miguel Gutiérrez para Diego González, con cara; justísimo el lote de El Juli y uno de Bolìvar y el sexto al que el vallecaucano le cortó la única oreja del festejo.
Un público -poco aficionado en el tendido- bullanguero, que pedía música, aplaudía lo que no se debiera, gozaba con lo menos docto y mostraba cierta incorrección taurina en el desarrollo de una tarde donde campeó la soseria, a escasez de muchas virtudes en el ganado y tachonada de poquísimos detalles. Siempre con respeto lo expreso, como no puede ser de otra manera pues los espectadores son quienes sostienen en taquilla esta fiesta denostada desde fuera y desde dentro.
Este segundo y aquel quinto son el toro de Cali ? No.
Diego González pecha con "Zafiro" que sale suelto, distraído, gazapón y sin fijeza, se va a tablas. Eso sí, nobilísimo. Me quedan en la retina unas trioncherillas de buen gusto que delatan ese torero de finas formas que apareció hace unos 15 años como novillero y que no ha perdido su calidad....
Su segundo, en tablas y cuando toreaba con el capote, el viento lo descubre y el toro le pega una cornada de 15 centímetros en la cara anterior del tercio superior del muslo de la pierna derecha. El toro no va entregado en la muleta, va caminando y lo preceptivo es de uno en uno. Hay tensión en los profesionales y el callejón es un manojo de nervios por lo que le ha ocurrido a Diego.
Salta ese valor supremo de la hombría. De la caballerosidad, de no irse a la enfermería y dejar a los compañeros con el paquete. Lo despojan de la chaquetilla, le ponen una venda sobre la zona donde fue herido y él asume el control. Se nota que la herida es fuerte, un hilo de sangre aparece en la venda.
La complejidad del ejemplar hay que mirarla desde la óptica del sentido que desarrolla. Sabe que puede herir, que busca el bulto, que no va al engaño, que naturalmente no va embebido en la "pañosa". Pasa fatigas para matar a "Flamenco", desanda los pasos y el cortejo con su cuadrilla es ovacionado al saber el respetable que el torero está herido y debe ser atendido en el quirófano.
El Juli es la explosión de la sabiduría, de la entrega, de la técnica, sabe que su inclusión en la feria ha costado un dinero y se justifica. Lo que ocurre es que sus dos toros carecen de emoción , son justos de presentación pero él es machacón, les busca las vueltas, da muchos lances y pases, encandila al tendido, se hace ovacionar. Un profesional honrado que merece ser visto con toros con cuajo, con hechuras, con casta, con trapío para gozar con la dimensión de sus cualidades que avalamos y alabamos. Pero así, todo es menor, es género chico, es un tono ocre, parduzco. El Juli merece toros con más entidad y el público esa apreciable entrega; pero en otras condiciones.
Bolívar está maduro. Sabe que es su tierra, su feria, su gente, aquí se formó. Y no ha dudado en la entrega.
Hay variado torero de capa, verónicas, chicuelinas, tafalleras, talaveranas, cacerinas en el primero, quites. Hay temple y gusto en su quehacer muleteril, suavidad; ese torear despacio da placer espiritual; pero falla con los aceros.....
En su segundo, con más complejidades, corta una oreja. Comenzó con tres largas cambiadas de rodillas con un toro revoltoso que echa la cara arriba. El toro va pero no termina, no remata, se raja; a menos. Pero hay voluntad del hombre que impone sus condiciones. Se vence por el izquierdo y es un poquito mejor por el derecho. El toro termina en tablas. Un espadazo que pone colofón a su enorme capacidad y se va en triunfo.
Este domingo, al cierre, debe refrendar con David Mora y el maestro Pablo Hermoso que estuvo inmenso en su primera tarde.
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