El cronista español Germán, de Toropasión, el banderillero Ángel Utrera, El Califa de Aragua y el empresario Pepe Amilburu. Foto:
por: José Luis Jiménez
El Califa de Aragua continúa con su intensa preparación de cara a sus importantes compromisos en la venidera feria de San Cristóbal y el gran mano a mano en Maracay. Esta vez estuvo en la plaza de toros de Cintrúenigo, ubicada en la provincia de Navarra a escasos 90 kilómetros de Pamplona, donde mató dos toros a puerta cerrada (uno de la ganadería salmantina de Los Bayones y otro de la ganadería extremeña El Cahoso).
Gracias a la excelente relación profesional del banderillero cagüense Ángel Utrera, con el conocido empresario y apoderado riojano Pepe Amilburu, se tendió un puente de amistad para que el matador venezolano se probara ante los astados, dejando grata impresión ante los presentes al mostrarse muy seguro delante de la cara de los toros con muletazos con ambas manos, en un derroche de buen hacer, gustándose, con clase y sentimiento.
A pesar de una gran paliza recibida en su primer toro, El Califa de Aragua continuó con la misma actitud y ambición de quien quiere abrirse camino en tan exigente profesión, banderilleando con facilidad y facultades a sus dos toros.
Sobra comentar lo agradecido que está el joven diestro aragüeño con tan grandes detalles por parte de su amigo Ángel Utrera y el empresario Amilburu, quienes creen firmemente en él para cubrir las expectativas en el mundo taurino venezolano, sonando las campanas ante el venidero año.
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