«Encierro», un documental rodado en 3D estereoscópico y con un presupuesto de un millón de euros, se estrenará internacionalmente en junio en la gran pantalla. Foto: abc.es
ESTRENO MUNDIAL
tomado de: ABC.ES - ROSARIO PÉREZCHARO / MADRID - 17/12/2012
Impactante imagen de toros y corredores que se verá en el documental
El cine se enfundará el traje del valor sin ficciones y el miedo sin alharacas el próximo mes de junio. Antes del legendario chupinazo de los Sanfermines, la fiesta más internacional saltará a la gran pantalla en España y fuera de nuestras fronteras. «Encierro. Bull Running in Pamplona» se ha bautizado a esta espectacular película en 3D, dirigida por Olivier Van der Zee y producida por Enrique Urdanoz -impulsor del proyecto-, María Cabanas, Salvador Puig, José Luis Rubio y Manuel Cristóbal.
Cristóbal, ganador de cuatro Goyas, es uno de los maestros que se ha apretado los machos y se ha adentrado en el rito mágico del encierro pamplonica, «siempre desde el máximo respeto». Aficionado, el productor con apellido de descubridor ha buceado en las profundidades del toreo, en todo lo que rodea a la Fiesta más allá del ruedo, en las inquietudes de héroes de carne y hueso. Y, dadas las buenas vibraciones de un documental que se espera sea de Puerta Grande, al productor de la gloriosa «Arrugas» ya le ronda la idea de rodar otro sobre el torero. Entre sus objetivos se encuentran José Tomás, Manzanares, El Juli o Cayetano, entre otros.
La técnica más avanzada
Pero ahora rematan los últimos flecos de «Encierro», un trabajo de cuatro años. «Empezamos a rodar en 2009 con la empresa D4D», señala Salvador Puig, que desvela el alma técnica de esta producción, con un presupuesto de un millón de euros y una duración de 80 minutos. «Hemos utilizado las más avanzadas máquinas en 3D con ayuda de una sociedad francesa especializada en cámaras en movimiento y hemos colgado un cable de 250 metros en la Estafeta».
Creatividad sin límites en la que predomina la búsqueda de las emociones por encima de cánones. «Encierro» aúna la vida de los corredores antes y después de sus carreras. Sus ilusiones, sus miedos, el bombeo de corazones de sangre heroica. Y la cornada, intrínseca a todas las modalidades de la Fiesta, «pero sin cebarnos ni persiguiendo el morbo», cuenta Puig. Un trabajo serio, en el que prestan testimonio corredores de renombre, hombres que desnudan sus sentimientos: «Si no se pudiese morir, esto sería una carrera de atletismo», afirma uno de esos valientes que conocen cada curva y cada recta de las calles pamplonicas, teñidas de blanco y rojo.
Como los buenos toreros, no descuidan ni un detalle y el equipo ha viajado también hasta la finca de Dolores Aguirre, donde ha grabado los imponentes toros de la ganadera bilbaína, santo y seña de San Fermín. La mirada del hombre y la mirada del toro se funden en esta producción que confían en que Cultura califique para todos los públicos.
Espectadores de todo el mundo disfrutarán de «Encierro», la fiesta que popularizó Hemingway, que tampoco falta en el filme. El viejo y los toros reaparecen en el cine, con su habano inabarcable, su barba henchida de triunfos sobre la arena litearia, su gloria estampada en una gorrilla victoriana, sus pupilas infinitas...
El cartel anunciador ya ha abandonado la oscuridad de toriles. Se avecinan los ecos del chupinazo como balas de fuego y se presagia unaobra de arte y pundonor, templada y honda como el toreo auténtico. Como paisaje de fondo, los ruidos del silencio, la soledad del corredor en medio de la masa, la alargada sombra de la parca, el resplandor de las caras del éxito, las pasiones de una fiesta que ha conquistado al mundo entero.
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