Rafael Orellana y Curro Ramírez: Puerta grande en Tovar

Rafael Orellana y Curro Ramírez, por la puerta grande, cortaron cuatro orejas a dos toros de “Rancho Grande” y “El Prado”.Foto: G D´Jesús

por: Germán D’ Jesús Cerrada. Tovar (Venezuela)

Con buen pie, arrancó la primera corrida, fuera de abono, de la añeja feria en honor a la Virgen de Regla, en la ciudad de Tovar, en su edición numero 171; con tres cuartos de plaza, el cartel conformado por dos espadas del patio: Rafael Orellana y Curro Ramírez, salieron por la puerta grande, con el corte de dos orejas cada uno, a dos toros de las ganaderías “Rancho Grande” y “El Prado”.

El Coliseo del “Llano” de Tovar, recibió a los dos matadores tovareños con una gran ovación, el primer toro de nombre Llanero, con 445 Kgs. le correspondió a Rafael Orellana quien lo recibió con exquisitas verónicas y algunos muletazos por la derecha, lo mato de entera, luego de pinchar, saludos con vuelta al ruedo.

Sabanero con 489 Kgs. le tocó a Manolo Ramírez, destacándose el burel por su mansedumbre, toro incómodo en la muleta, saltó al callejón, el matador recibió una fuerte voltereta que lo envío a la enfermería, saliendo a los minutos con el grito de los aficionados, Torero..torero, con una estocada en todo lo alto lo despachó sin puntilla, dando vuelta al ruedo el matador.

El tercer toro de la tarde: Añilero, con 435 Kgs. le tocó al espigado Rafael Orellana, el ejemplar demostró bravura desde el inicio de la faena, llegando con mucha facilidad a la muleta, tanto por la derecha, como por naturales; el espada sufrió dos volteretas sin consecuencias, con un solo espadazo el toro rodó por la arena sin puntilla, la presidencia le otorgó las dos orejas.

El último de la tarde: Corozeño con 450 Kgs. de la ganadería El Prado, recibió los honores de dar la vuelta al ruedo suavemente, cortándole el matador Curro Ramírez las dos orejas, el espada con una prolongada faena, con pases de rodilla, muletazos por la derecha y suaves naturales, enloqueció a los aficionados quienes pidieron en varias ocasiones el indulto, Curro siguió su faena, para finalmente matarlo de una certera estocada.