19/4/14

Jornada de herradero en Ganadería Bellavista

Fue una ardua y alegre jornada de herradero en Bellavista. Foto: G. Cegarra

por: Giovanni Cegarra

Vecinos, trabajadores, allegados a la Ganadería de Lidia Bellavista, asentada en el sector conocido como El Paramito, Canaguá, Municipio Arzobispo Chacón, Pueblos del Sur del Estado Mérida, Región Andina Venezolana, han disfrutado de una esperada ardua jornada de campo, en la que fueron herrados un total de 32 ejemplares; una labor encomiable que coincidió con el inicio de la Semana Santa.

Tras una semana de lluvia, característica peculiar de la Semana Mayor en los Pueblos del Sur Merideño, todos estaban ansiosos en la Finca, por iniciar el herradero de los 32 ejemplares de Bellavista/El Laurel, de capa predominante negro mulato, unos diez jaboneros. El corre-corre era parejo, entre todos, para dar inicio lo antes posible, a la jornada que se tenía por delante.

Don Luis y Paola Ortiz, padre e hija, finiquitaban los detalles finales, en un devenir de sonrisas, cuentos, chistes, ante un primer día de verano que coincidía con el anunciado eclipse de luna, en ese hermoso paraje paramero donde está asentada la ganadería; y así, con la ilusión del futuro promisor, se inició la faena de herradero bajo la bendición de la Virgen de La Milagrosa que con su manto cubre cada potrero y la del Carmen, que bendice y protege a quienes entran y comparten con el personal de la finca, sin olvidar al Nazareno que cubre de fé, la divisa de la ganadería.

La jornada de herradero fue impecable, con la maestría y precisión de todos los que lo hicieron, en el saber dejar quemar el hierro de la ganadería en la capa de cada ejemplar, con la ilusión de que crezca sano y fuerte, imaginando que los que lleguen a ser lidiados en plazas de toros, cumplan su cometido y al igual, que los escogidos como futuros sementales.

Fue un día por demás diferente, de trabajo, compartir y juerga, en lo que no faltaton las bromas, la carne asada, el curruchete (dulce típico de los pueblos del sur), la bebida espirituosa en trago comedido, todo en un ambiente ideal acobijado por la frescura del páramo canagüero merideño, disfrutando del bello atardecer de luna llena, de noche fresca de ecilpse lunar, que dió pié para dar reina suelta a cuentos, leyendas y creencias del campo sureño merideño venezolano.

Cumplido el herradero, los ejemplares reciben atención por demás especial, son alimentados con caramelitos como dicen los peones de la finca: heno, alimento, melaza, para que no se vengan abajo, en agradecimiento hasta donde han llegado, hacia donde van, cerrando la jornada, con el mantenimiento a la cabeza del toro indultado Verde Luna, ubicada en un área de la casona de la finca, que dejó grandes ejemplares a la Ganaderia Bellavista.

Inolvidable gran jornada de herradero en la Ganadería Bellavista, allá en el hermoso Paramito de Canaguá, en los Pueblos del Sur de Mérida, labor que se cumple dos veces al año, disfrutada al máximo por todos y que indudablemente, forma parte de la convivencia que implica el mundo del toro, la pasión y afición por la Fiesta Brava y olé.

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