Ojalá, en estos días santos, los de pascua, los taurinos del mundo de Venezuela, entiendan bien, lo de ser devotos taurinos. Foto: verdanet.com
por: Giovanni Cegarra
Recuerdo mucho que mi madre, por estos días santos, decía a manera de reflexión, que en este mundo todavía había mucho què hacer, tareas iniciadas no terminadas, obras y metas interminables por la falta de seriedad, voluntad, esfuerzo, devoción y firmeza.
Cierta la reflexión. Hay que tener franca devoción en lo que queremos, respetamos, admiramos, tenemos predilección y afición, como lo es, indudablemente, nuestra Fiesta Brava.
En estos días de Semana Santa, los fervorosos y los que no lo son, algunos tal cual Judas, se dan golpes en el pecho, claman y piden por la reconciliación, espiritualidad, reflexión de los seres humanos y dentro de este contexto religioso católico cristiano, latente entre quienes viven y conviven en el mundo del toro; es valedero incentivar, mayor devoción por La Fiesta de Los Toros.
Devoción taurina, no hay duda en ello. Con todo el respeto y admiración, para un arte y cultura, como lo es, la Tauromaquia; y ojalá, en estos días santos, los de pascua y en el devenir del tiempo, los taurinos del mundo y de lógica, los de Venezuela entera, entiendan bien, lo de ser devotos taurinos, como buenos religiosos que son, pongan decidido esfuerzo y voluntad por mantener siempre encendida, la llama de nuestra Fiesta Brava y olé.
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