De toros

Con un par de Oswaldo Viteri

por: Giovanni Cegarra

Degustando una fría bebida de cebada fermentada en restaurant de mi ciudad andina venezolana, Mérida "La Cumbre Taurina de América" se me acerca un amigo y tras el saludo protocolar, me pregunta ¿Qué escribirás para mañana? Le miro extrañado y le respondo, "de toros como siempre" y él me replica: "siempre de toros"; y de nuevo le respondo: "de toros", aunque también escribo de otros temas.

Picado en la curiosidad por la inquietud del amigo le converso que siempre hay algo que escribir del mundo del toro; es la afición sembrada de pequeño, que con ella he de morir, que nuestra Fiesta Brava tiene sus entretelones, que este hermoso arte y cultura universal, como lo es, la Fiesta de Los Toros, hoy por hoy, en Venezuela, anda en un teje maneje porque tiene más enemigos dentro que fuera de ella; y no "estamos descubriendo el nuevo mundo".

Siempre escribiremos, por encima de cualquier tema, de toros; de sus entuertos, de su intrínseca vida; y de lógica, de la que vivimos a diario en Venezuela, donde la Fiesta Brava no se la tiene fácil pero tampoco difícil; la pasividad y flagrante despreocupación de quienes viven y conviven de ella, de los aficionados, gremios, empresarios, ganaderos, algunos comunicadores taurinos, la tienen en un bailoteo, que a ciencia cierta, no se sabe cuándo parará su desafinado ritmo.

Ahí tienen lo que está sucediendo en Maracaibo, Estado Zulia, donde si logran aprobar la Ordenanza Municipal de Protección Animal, las corridas de toros quedarán eliminadas; y nadie, en el mundo taurino venezolano, se ha pronunciado al respecto; están como si nada pasara; apenas uno o dos hemos alertado de la nueva sonada antitaurina maracucha, que por los vientos que soplan, seguirá presentándose en las ferias taurinas venezolanas; y los del toro? Bien, gracias.

¿Para qué sigues entonces escribiendo de toros? Me replica de nuevo mi amigo que me ofrece otra fría bebida de cebada y le respondo: "seguiré escribiendo de toros siempre; desmayar es entregarse, no hacerlo es hacerse cómplice de quienes nos adversan; la pelea es peleándola, sin cuartel; siempre habrá materia prima, tela qué cortar en la Fiesta Brava; y por eso, seguiremos escribiendo de toros; eso sí, como siempre ha sido nuestro norte: sin destruir, sin criticar a mansalva, sin jugar al interés personal, sin caer en ridículas diatribas, sin darnos de super entendidos porque en el mundo del toro, se aprende todos los días.

De por vida, sin temor a nada ni a nadie, seguiremos escribiendo de toros, impulsando, fortaleciendo, difundiendo, defendiendo la Fiesta de Los Toros, la Fiesta Brava.