Este sábado 17/12 desde las 11:00 a.m., se realizó la fiesta flamenca y toros organizada por la Fundaciòn Escuela Taurina de San Cristóbal, en la plaza de toros de Pueblo Nuevo; se lidiaron a la uzanza española, cinco novillos y una becerra; tres de Rancho Grande, que fueron pequeños pero tuvieron clase para los toreros. El primero le correspondió a José Gómez, estuvo muy bien toreando, muy aseado por los dos pitones, que el público le agradeció; perdió las orejas por la espada,
El segundo en lidia fue de Ganadería Los Ramírez; le tocó en suerte a Manolito Vanegas; estuvo muy bien con el novillo que fue bravo; le aguantó, lo aprovechó y demostró lo bien que hace las cosas; dejó un buen espadazo, cuyo efecto demoró un poquito para doblar y corta las dos primeras orejas a ley, para pasearlas con mucho orgullo y mérito.
En tercer lugar salió otro ejemplar de Rancho Grande que correspondió en la lidia al médico y torero Antonio Suárez; fue un novillo con clase, lo entendió Antonio y pudo hilvanar una faena muy torera, con mayor peso en el pitón derecho; los asistentes le jalearon, muy bien; lamentablemente, pincha en tres oportunidades, y dos con el descabello; todo quedó en saludos desde el tercio.
El cuarto en lidiarse fue de Rancho Grande: un jabonero, muy bonito, el cual le tocó en suerte a Jesús Enrique Colombo. Lo recibió muy seguro y aplomado, con varias verónicas que remató con una media muy lucida. Con la muleta, inició la faena doblándose con su ejemplar, y poco a poco ve las cualidades del jabonero de Rancho Grande que tiene un buen pitón derecho que le aprovechó para que los asistentes disfrutaran el buen momento que vive este joven torero de 14 años; hay que decir que el soberano lo acompañó en su trasteo, por lo bien hilvanada que estuvo su faena cargada de mucha actitud, sabiendo que al día siguiente en menos de 24 horas este domingo 18 de diciembre, se encierra en solitario con cuatro novillos de diferentes ganaderías, en este mismo coso taurino donde su padre tuvo grandes triunfos.
Colombo cerró su labor muleteril con soberbio espadazo, que hizo rodar sin puntilla y pronto al noble jabonero del Lic. Molina; este ejemplar dejó constancia del porqué Rancho Grande es la ganadería bandera de Venezuela; las dos orejas no tardaron en ir a parar a sus manos para pasearlas con orgullo torero al calor de los aplausos del respetable; como trofeo fueron muy merecidas para Jesús Enrique Colombo,
El siguiente en cartel, un jabonero muy escurrido en carnes, lo toreó Manolito Vanegas, quien ejecutó cuanto se pudo ante este lunar negro del festival; cumplió muy bien su albor. Saludos.
Cerró el festival, el joven y aventajado alumno de la Escuela Humberto Alvarez de Mérida: Camilo Cepeda, quien lidió una vaquilla; demostró que anda muy bien este nuevo valor andino; aprovechó las embestidas y se deja ver y conocer en esta plaza. Enhorabuena para Camilo Cepeda, por su debut; su resultado fue Vuelta al ruedo.
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