Torero y cuadrilla celebran el rotundo triunfo en Mérida. Foto: Gustavo Rivas
Francisco de Manuel se ha llevado la tarde de calle en la tercera corrida de la feria del Sol, festejo de agudos contrastes en los cuales se ha vivido la cara y la cruz del toreo, con un encierro de Campolargo, interesante, con un toro excelente que con todo merecimiento ha sido indultado.
Francisco de Manuel ha tenido una completísima actuación, llena de torería, clase, temple y gusto, demostrando porque está llamado a ser, si los hados de la suerte no le son esquivos, figura del toreo. Al encastado tercero, lo recibió con buenos lances destacando dos medias verónicas de categoría, haciendo un elegante quite por chicuelinas, para abrir trasteo con garbosos pases por alto, recreándose en una labor compacta, torera, y con una técnica excelente. Bien colocado siempre, echando los vuelos del engaño muy delante y abajo para casi sin toques enganchar la embestida del toro, corrió la mano por ambos pitones con magníficas maneras, aguantando con valor las miradas que le daba el encastado “Buenmozo”. Las dos orejas indiscutibles llegaron tras una estocada tendida cobrada con rectitud. Lo del bravo sexto fue todo un manantial de inspiración, con un diestro que más que torear, acarició la brava embestida de “Caramelo”, al que recibió con estéticos lances a pies juntos, iniciando el trasteo con bellos ayudados por alto muy en la línea de Manzanares, recreándose en series perfectas de pases lentos, largos y suaves. Nuevamente, De Manuel más que tocar dejaba los vuelos de la muleta abajo para que el bravo toro los siguiera de principio a fin, rebozándose al final de cada pase en los que el diestro, con gran acierto solo giraba en un palmo de terreno para dejar el engaño puesto. Pero no fue solo técnica, administrar las alturas, los cites y la colocación, fue llevar con mimo al toro, dejarle meter la cara para tirar de él con estética, rematando todo con pases de pecho largos como ríos. Con la fuerza de un huracán y la suavidad de la brisa, Francisco de Manuel cuajó de principio a fin a un toro encastado, que en sus manos fue siempre a más, como se vio en los doblones finales con el torero totalmente entregado. Fue la máxima expresión del toreo.
Profesional y entregado, David Fandila “El Fandi” cumplió en su segundo paseíllo de la feria. Con su habitual facilidad lanceó a la verónica y llevó por chicuelinas itinerantes al caballo al toro que abrió su lote. Tras su habitual exhibición en banderillas, El Fandi toreó con aseo, correctamente, a un toro que tuvo movilidad. Oficio y técnica en este trasteo, premiado con una benévola oreja tras una estocada atravesada que asomó y descabello. Al cuarto, al que banderilleó con voluntad, el diestro de Granada le toreó con técnica, sacando a relucir su experiencia, dándole muchos pases por ambos pitones.
La vida es una montaña en la que a veces se está arriba y en otras abajo, con días buenos y otros no tanto. Éste no fue precisamente el día de Alexander Guillén, que cumplía su paseíllo número 12 en esta plaza y su actuación 11 en la feria del Sol. Con su primero, un toro bronco estuvo voluntarioso con el capote (asignatura pendiente de este torero) y tras un aparatoso tumbo al picador Luis Quintana y una voltereta tremenda con cornada incluida al banderillero Diego Guillén, el diestro merideño estuvo indeciso ante un astado que se fue haciendo el amo del ruedo tras los difíciles momentos de los primeros tercios. Sin muchas ideas, el torero simplemente lo intentó en un trasteo breve, rematado de un hábil bajonazo. Con el quinto, astado fuerte y también bronco y encastado, Alexander Guillén estuvo ausente y sin ideas. Como si le faltaran las fuerzas, dubitativo, tras un conato de faena se dio incluso por vencido. Tras un infame sartenazo y varios pinchazos, cayeron dos avisos librándose del tercero por la efectividad de Eliecer Paredes con la puntilla tras echarse el toro.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Mérida
Domingo 19 de febrero de 2023
Tercera corrida de la LII Feria del Sol
Poco menos de media entrada en tarde soleada.
Toros de Campolargo, bien presentados, de juego interesante. Encastado el tercero “Buenmozo”, número 287, negro salpicado gargantillo premiado con la vuelta al ruedo, bravo, noble y emotivo el sexto, “Caramelo”, número 331, castaño oscuro requemao capirote, indultado. Con movilidad primero y cuarto, broncos pero encastados segundo y quinto.
Pesos: 463, 450, 447, 435, 526 y 534 kilos.
El Fandi, de berenjena y oro: Oreja y oreja.
Alexander Guillén, de rosa y azabache: Silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Francisco de Manuel, de gris perla y azabache: Dos orejas y dos orejas simbólicas.
Destacaron en la brega Gerson Guerrero, en banderillas Salvador Moreno, Francisco “Chico” Paredes y Ramón Contreras, a caballo Alfredo Guimerá, Miguel Camacho y Carlos Alzate.
Diego Guillén presentó cornada en cara interna del muslo derecho y el picador Luis Quintana, traumatismo simple en brazo izquierdo y pierna derecha.
El Fandi y Francisco de Manuel salieron a hombros por la puerta grande.
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