Eduardo y en el centro con Joaquín Camino y Sabalza en tarde triunfal en España. Foto archivo
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La mañana de este domingo nos sorprende la desagradable y triste noticia del fallecimiento del maestro de toreros aragüeño Eduardo Arcila en Mexicali, Baja California, dónde residía con familiares desde hace casi tres años.
Eduardo Arcila fue un bastión del viejo Maracay taurino, donde la mejor escuela de aprendizaje era el matadero que forjó matadores de valía, en esas madrugadas en los corrales donde se jugaban la vida con escasa luz, para torear los toros que luego serían sacrificados.
Recién llegado a México nos lo recuerda Alejandro Chacón.
Era Eduardo un libro abierto de historias, anécdotas y vivencias del toro, y por ser tan allegado a la familia Girón, poseía un rico anecdotario transcurrido en España al calor y protección de César y Curro Giron, quienes le abrieron el camino del toreo en España.
Nos contaba Eduardo que Curro le conseguia novilladas con la advertencia de que si no cortaba las orejas no regresara a la casa donde convivía con ellos. Así, el 16 de septiembre de 1962 Curro le consiguió una novillada en Piedrabuena alternando con Fernando Sabalza de Castellón y Joaquín Camino de Camas, Sevilla, con novillos de Eugenio Marco Marín de Aldeanueva, provincia de Jaén.
Manuel Medina "El Rubi" amigo de siempre.
Sabalza cortó una oreja y aplausos, el hermano de Paco Camino 1 oreja y 2 orejas, Arcila dos orejas, y Curro que estaba presente le dijo que si no cortaba las otras dos, tendría que devolverle el traje de luces, y nos contaba Arcila, que era el único que tenía, y se tuvo que pegarse un arrimón para cortar las otras dos orejas. Al llegar a casa, Curro le regaló otro traje.
Y así múltiples historias de este personaje aragüeño que se nos va con 83 años de edad, de rectos procederes en la vida, enseñando y educando a su paso por la escuela taurina "Don Pedro Pineda" con alumnos que hoy son matadores de toros o eficaces subalternos, así como aficionados que bebieron en la fuente de su sabiduría.
En un festival en su homenaje.
A nuestro regreso de San Cristóbal hace una semana hablamos con él y nos preguntaba quién podría representar a Maracay en el certamen de Manolo Vanegas.
Muy consciente, lúcido y siempre jocoso, se nos va el maestro Eduardo Arcila dejando una vida de recuerdos imborrables. Descansa en paz.
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