Columna: MUNDO TAURINO
Redactor OSCAR Sànchez CAMPOS (OSANCAMPOS)
Muy lamentable que tengamos que empezar esta columna haciendo resaltar una situaciòn por demàs embarazosa pero la verdad tiene que ser dicha, muy a nuestro pesar -y no quiero ponerme en contra del mayor premio para un torero y a un ganadero- pero, ese debe ser a toda ley porque de lo contrario estamos ante un daño que se le está haciendo a la fiesta que tanto amamos.
El premio del INDULTO ha de ser llenando los requisitos exigidos para que se mida un ejemplar que va a padrear a su ganadería y que se le da por sus condiciones de bravura, temperamento, fijeza, nobleza… y pare Ud. de contar; porque de otra manera se le está haciendo un daño al mismo ganadero que al final tendrá que sacrificar el animal, aparte de un engaño al público; es por esto que siempre he estado en contra de esas determinaciones pero, se le enseñó a los nuevos aficionados que porque un animal tiene recorrido en la embestida y fijeza, ya es para indultarse, dejando detrás las condiciones fenotípicas y genéticas que son con las que se ha de contar para escorgerle para la cría.
TOVAR este año 201 no fue la excepción, vimos un desfile de “toros” si se le puede llamar así, esmiriados de carnes con edad pasada y que por actitud bonchona y cachondeo se les otorgo el INDULTO, ASI CON MAYÚSCULA, tal parece que la balanza de la plaza se prestó a que la pisaran en el momento de pesar los ejemplares para que cumpliera con el peso “exigido”; es una lástima porque ya se tenía como una plaza de seriedad y categoría donde salía el toro-toro.
En la primera de feria recibió la alternativa de matador de toros el venezolano Angel Ramos que en su segundo de turno cortó una merecida oreja aunque con un peso que apenas rayaba en los 425 kilogramos dudosamente. Lo que otrora fuera una ganadería de prestigio “La Cruz de Hierro” envió a “Príncipe gris” que le hizo honor a eso, a su nombre: gris.
En la Segunda el triunfo fue para el hispano Israel Lancho; el espigado diestro convenció, mostró ser un torero que puede alcanzar grandes triunfos, nos mostró su tarjeta de presentación y dejó complacidos a sirios y troyanos con su cuarto toro de la ganadería de Hugo Domingo Molina, Rancho Grande que llevó a Añilero con edad y peso reglamentario, 445 Kilos, la excepción; sabemos de la seriedad que tiene como persona y ganadero nuestro buen amigo padre de las ferias en Venezuela. Lancho le instrumentó una faena sobre ambas manos, con fondo musical, que complació al conglomerado: naturales, derechazos, molinetes, pectorales de remate y ovaciones constantes que le hicieron ganarse el merecido indulto al ejemplar.
JONATHAN Guillén tuvo una decorosa actuación que le hizo ganar merecidos aplausos; lamentablemente la espada le jugó una mala pasada y no pudo tocar pelo, pues en uno de sus toros escuchó música y ovaciones constantes.
DOMINGO Lòpez Chaves vino precedido de un buen ambiente pero no tuvo suerte con sus ejemplares; queriendo justificarse y triunfar, regaló un séptimo ejemplar pero, tampoco las tuvo todas con él, quedando para una próxima oportunidad ya que dejó buena nota de lidiador y director de lidia pues siempre estuvo pendiente de sus subalternos y presto a hacerles el quite cuando actuaban con las banderillas; buen detalle del hispano.
ISRAEL Lancho, en su primero en suerte, segundo de la tarde, estuvo voluntarioso llegando a ser acompañado por el acorde musical; muy a su pesar tardó en doblar y le privó del apéndice auricular, no así con el cuarto: Añilero de 449 Kilos, en el que se lució con todo el bagaje que posee como diestro de interés para futuras oportunidades; pases de todas las marcas teniendo como fondo el pasodoble torero y el público que le acompañó con ovaciones a granel para al final culminar con el INDULTO de este bravo y meritorio ejemplar para premio mayor, que llena de satisfacción al ganadero y aumenta sus crías en su vacada; honor a quien honor merece, ya que llenó los requisitos requeridos para este galardón.
EN LA ULTIMA DE FERIA, reses de Ricardo Ramírez o, de Los Ramirez, se llevaron los miembros de la Comisión Taurino un canasto de orejas para repartir; es una lástima y una pena que una plaza que se precia de ser un coso de categoría lo hayan convertido en una mojiganga para el público, burlándose de los que acuden a la taquilla a poner el “parné” (dinero) en taquilla, cuatro orejas del canasto, y dos insultos (indultos) para la afición, uno para cada uno de los alternantes Rafa Orellana y el español Esaú Fernández, que al ver a nuestro torero de la casa Rafa, toreando para la galería con mantazos y desplantes pueblerinos, pues se dijo: “al pueblo que fueres, haz lo que vieres” y eso recetó y restó méritos a su faena de los esmririados novillos-toros, enjutados, vejostres y ejemplares no aptos para pisar un redondel de lo que en tiempo pasado fue una plaza de prestigio y respeto; la verdad sea dicha, muy a nuestro pesar, pero así son las cosas cuando son del alma como dice el poema; nos duele a los taurinos que respetamos y velamos porque se respete esta bella fiesta que tanto amamos.
DE LOS PASES: Y esta vez no me refiero al toreo sino a los pases para los que promocionamos mal o bien el espectáculo; se enviaron los recaudos a través de internet para la solicitud con suficiente antelación y vaya sorpresa, al llegar a la plaza, faltábamos cuatro nombres que tenemos toda una vida en esta actividad: Kike Rosales, Caraciolo Parra, Antonio Arteaga –presidente de ACOTAVE y quien escribe; tuvimos que llegar a la vulgar forma de solicitar todos los días a un joven de nombre José Antonio el acceso para poder cumplir con nuestra labor; se hace necesario que lleguemos a un entendimiento con empresas y comisiones y con quienes fungen en cada feria de controladores de los pases para que de una vez por todas se termine con este maltrato para con los medios en este MUNDO TAURINO.
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