El veterinario José Luis Algora, es el encargado de recuperar el prestigio y la fama de lo que fue la legendaria e histórica ganadería de Pablo Romero. Foto: Toro de Pablo Romero - blog deltoroalinfinito
por: Enrique Barrios Barrios
ORIGEN DEL ENCASTE.-
Fue por el año de 1885, cuando el hacendado sevillano Don Felipe de Pablo Romero, adquiere del empresario del campo Don Carlos Conradi, la ganadería que había sido formada con vacas Jijonas y sementales de Cabrera. Posteriormente a este rebaño inicial se le agrega sangre Vazqueῆa y Navarra, lográndose con el paso del tiempo a través del cuidado, atención y selección del ganado por parte del nuevo dueño, que pudiera surgir un modelo de raza brava original y diferente al Miura, aunque proveniente ambos del mismo parentesco genealógico.
Los pabloromero llegaron a ser toros hondos, anchos de pecho, enmorrillados, cortos de manos, acochinados y bien armados, identificados por tres capas fundamentales representadas en el cárdeno claro, el entrepelado y el negro, llegando a alcanzar los respectivos ejemplares, una seriedad uniforme y extraordinarias hechuras, destacándose la mentada ganadería debido a su casta, nobleza y bravura.
UN AMOR IMPOSIBLE.-
Durante la época de la Edad de Oro del toreo, ciclo en que se da la célebre competencia de Joselito y Belmonte, el primero de éstos lidió un gran número de encierros de toros pabloromero, manteniendo por ello una buena amistad con los propietarios de la vacada. Por cierto, llegó a comentarse una relación amorosa sostenida entre Joselito y Guadalupe, una hija de Don Felipe de Pablo Romero, quien por estar opuesto al matrimonio alegando diferencias de rango social, impidió la boda de la joven pareja. Muerto Joselito prematuramente en el ruedo de Talavera, la novia fiel vestida de negro llevaría flores al mausoleo del genial torero, hasta el último día de su desaparición de este mundo.
PARTIDO DE RESINA.-
Durante cuatro generaciones sucesivas, la ganadería pasaba de una sucesión a otra, manteniéndose en propiedad de la familia Pablo Romero. Pero ya en la última parte del siglo XX, la vacada cae en un gran bache y los toros durante la lidia comienzan a caerse en el ruedo, como consecuencia de una sorprendente disminución de casta, fuerza y bravura.
Tomando en cuenta el motivo anterior, los miembros de la familia deciden poner en venta la ganadería, que es adquirida con la nueva denominación en el año de 1998 por la Sociedad Partido de Resina, SL, empresa que conduce y representa actualmente el veterinario José Luis Algora, encargado de recuperar como hasta ahora viene haciendo, el prestigio y la fama de lo que fue la legendaria e histórica ganadería de Pablo Romero.
enbebe@hotmail.com
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