El brote del virus AH1N1 salvó a la novillada anunciada en San Cristòbal de un fracaso estruendoso.
por: Kike Rosales.
Dentro de la licitación ganada por la empresa taurina Fabio Grisolía está el compromiso de dar dos novilladas junto a unas clases prácticas para la escuela taurina. La novillada de la feria se pospuso debido a la tardanza con la cual le fue otorgada, a la empresa en cuestión, la razón de organizar la Feria de San Sebastián; entonces se decidió dar el espectáculo para el día 02 de junio, en la plaza monumental; el hecho es que fue trasladado para el 30 de este mes, la razones que se exponen son de salud: el brote del virus AH1N1 obliga (según la empresa) a que se cambie de fecha. ¡Qué cosas! este hecho salvó a la novillada anunciada de un fracaso estruendoso.
La poca atención que se le dio a la misma, por parte de los responsables de hacerla, se reflejaba en el poco interés que despertó entre los aficionados. La pésima promoción llevó al hecho de que muchas personas ni siquiera supieran que se efectuaría el domingo 02 de junio una novillada en San Cristóbal. El desinterés por anunciarla no solo era un acto desmesurado contra el bolsillo de la misma empresa, además es la ausencia de respeto al acto como tal. Dentro de los parámetros establecidos por las personas a quienes les mueve la afición taurina, una novillada merece la misma atención que una corrida de toros.
La ausencia de una línea informativa ha sido característica de esta empresa -todo se hace entre sombras-. La inexistencia de una verdadera mercadotecnia muestra desapego a motivar a la gente para que vaya a la plaza, no solo con el fin de que entre dinero, importante para cualquier negocio de éstos; si no que la forma de acrecentar el espectáculo es mostrándolo, promocionándolo y así mantener las corridas como un hecho pleno de convocatoria.
Ojalá el traslado de la fecha sirva para que la gente sepa que el 30 de junio habrá novillada en la ciudad y quienes están al frente del mismo muestren que tres jóvenes estarán alimentando el sueño de ser matadores, que merecen respeto como toreros y como seres humanos y ser vistos no como un hecho anecdótico y sólo ganan el aplauso del público, también el respeto de quien los sitúa en la plaza. Que se sepa quienes torean, eso no debe ser mucho pedir. Que al menos se sepa qué ganadería se va a lidiar, porque ni eso lo sabíamos.
Por un estornudo, la novillada se trasladó para el 30 de junio salvando el petardo de la anunciada para el domingo 02. El virus desparecerá, la desorganización pareciera que no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario