Intensa faena principalmente por el lado derecho, con temple y mando, además de una arrolladora personalidad. Foto: Emilio Méndez
* En la inauguración de la Plaza México
* Ponce, gran bronca en la inauguración de la Plaza México
Fuente: suertematador.com - DOMINGO, 28 DE OCTUBRE DE 2012
Se tributó una sonora ovación a la memoria del matador de toros Mariano Ramos; además el varilarguero Carlos Ibarra y el joven torero Juan Luis Silis, vestido de charro, alumno del malogrado espada, dieron una vuelta al ruedo con la urna que contenía las cenizas del afamado diestro charro
Ciudad de México.- 28 de Octubre de 2012.- Se abrió la esperada Temporada Grande Internacional Otoño-Invierno 2012-2013, con el supuesto festejo mayor número mil 100 en la historia de la Monumental Plaza México y en la que no hubo triunfador, estando más cerca de ello Diego Silveti, quien por fallas con la espada no pudo “tocar pelo”, en tanto que sus alternantes no tuvieron la suerte que hubieran deseado, por un lado, Fermín Spínola quien terminó muy maltrecho y, por otro, el peninsular Enrique Ponce acabó siendo abroncado.
Una vez hecho el despeje de cuadrillas, se le tributó una sonora ovación a la memoria del matador de toros Mariano Ramos, a quien antes al mediodía en la capilla del gran coso se le ofreció una misa, además de que acompañado por el varilarguero Carlos Ibarra, el joven torero defeño Juan Luis Silis, vestido de charro, alumno del malogrado espada, antes de la salida del primer astado, dio más que emocionado, una vuelta al ruedo con la urna que contiene las cenizas del afamado diestro charro bajo una constante y emotiva ovación del público que registró una gran entrada.
Se lidiaron siete ejemplares de la dehesa de Xajay, disparejos en tipo, uno de ellos de regalo, que fue protestado por una aparente falta de trapío, siendo buenos por su bravura el tercero y el segundo, en ese orden. Y lo demás fue complicado.
ENRIQUE PONCE
Al ejemplar que abrió plaza, el espada valenciano lo lanceó con estética y mejor se vio en un estupendo quite por chicuelinas. Con la muleta realizó su faena a un astado que empezó bien pero que se acabó pronto y que se quedaba corto a base de consentirlo y acortar distancias para lograr, básicamente, pasajes importantes por el pitón derecho. Mató de estocada honda, ligeramente trasera y desprendida para ser ovacionado.
A su segundo, mansurrón y rajado, simplemente lo bregó con el capote, en tanto que con la muleta, aunque lo intentó el espada español, no logró nada y se deshizo del toro con cinco pinchazos y estocada caída, recibiendo un aviso.
Regaló un séptimo burel de la misma casa ganadera titular, que fue airadamente protestado por una supuesta falta de trapío. Nada hizo Ponce con el capote al tiempo que buena parte del público abandonó el coso. Cuando comenzó su labor de muleta fue molestado por la gente que se quedó gritándole olés de cachondeo pero el espada ibérico ante la también inoperancia del astado tuvo que cortar por lo sano, falló al matar, despertó la pasión en el tendido y todo terminó escuchando dos avisos y siendo abroncado de manera severa.
FERMÍN SPÍNOLA
El mexiquense en el primero de su lote nada relevante pudo hacer con el capote y con la sarga pasó apuros de inicio para acoplarse a las “picosas” y nada cómodas y bravas embestidas del burel por el lado derecho y por el otro, el natural, fue por donde empezó a mejorar el torero. Se le puso entonces a la distancia por el pitón diestro, logrando un par de buenas series. Se le volvió a caer el trasteo y al entrar a matar fue cogido por ambos muslos sin consecuencias, además de dolerse del vientre. Tardó en finiquitar al de La Laja y le sonaron finalmente dos avisos para pasar de inmediato a la enfermería a hacerse revisar y encontrársele una herida de 5 centímetros en el escroto, además de dos contusiones, una en un hombro y otra en la región costal.
Así salió a lidiar a su segundo con mucho mérito. Poco hizo con el capote, sobresaliendo un desangelado quite combinado con fregolinas, gaoneras y una caleserina. Cubrió el segundo tercio para estar lucido. Con la franela se mostró más que voluntarioso pero lo soso y deslucido del astado le impidió darle estructura a su quehacer torero. Acabó de estocada trasera y tuvo silencio.
DIEGO SILVETI
En el primero que le tocó en suerte al guanajuatense jugó bien los brazos en valientes lances a la verónica y lo llevó al caballo por chicuelinas caminándole al astado para luego quitar de forma estupenda y emocionante, sin reponer el terreno, por gaoneras en los medios. Cinco estatuarios por alto, el de trinchera con la izquierda y el desdén fueron el prólogo de una intensa faena principalmente por el lado derecho, con temple y mando, además de una arrolladora personalidad. Una serie de estrujantes y ajustadas bernadinas y joselillinas entre gritos de ¡torero! para terminar de media estocada tendida trasera y caída, además dos descabellos, escuchando un aviso y terminar por dar una aclamada vuelta al ruedo.
Y en el que cerró el festejo lanceó bien a pies juntos, estando mejor en un ceñido quitazo por saltilleras. Tras el segundo tercio se desmonteró el subalterno Christian Sánchez, Su quehacer muleteril lo ejecutó Diego iniciando con cuatro ayudados por alto, el desdén y el de pecho para continuar con evidente y valiente disposición, sobre todo por el lado derecho pero el astado poco se prestó para el lucimiento. Vistoso toreo por alto para terminar y dejar media estocada trasera, sonándole un aviso, lo que no fue óbice para que se le ovacionara.
Ficha:
Monumental Plaza México, domingo 28 de octubre de 2012. Toros de Xajay, regulares de presentación y comportamienti, el séptimo como sobrero de regalo protestado. ENRIQUE PONCE: Palmas, silencio tras aviso y bronca tras dos avisos; FERMÍN SPÍNOLA: Silencio tras dos avisos y silencio ; DIEGO SILVETI: Vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso. Entrada: Llenazo en el numerado, más de 40.000 espectadores..
Incidentes: Antes de romper el paseíllo se guardó un minuto de aplausos en memoria del torero mexicano Mariano Ramos.
Fermín Spínola fue cogido al entrar a matar recibiendo al segundo de la tarde en la Plaza México. Quedó tendido en el suelo aunque tras unos minutos se recuperó y continuó con la lidia. Al término de su actuación pasó por la enfermería con una cornada de 5 centímetros en el escroto y contusiones en las costillas y los hombros. Pese a ello, el mexicano quiso seguir en el ruedo y toreó a su segundo e incluso puso banderillas sin mostrar dolor.
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