FABIO CASTAÑEDA: Amanecerá y veremos

Fabio Castañeda, debe ser ya el otro matador del Táchira. Espera mostrarse en su plaza, sacar el pecho y “echar la pata pa´lante”. Foto archivo.

por: Kike Rosales

Cuando sólo tenía trece años, actuó en el festival a beneficio de la Escuela Taurina de San Cristóbal: “la verdad pegué unos muletazos que todavía disfruto”, es lo primero que se le viene a la mente… A los 15 años torea la novillada de la Feria de San Sebastián, “nunca me volverán los toros a pegar tanto”, no como aquella tarde donde se pensó que se retiraría siendo tan joven porque la actuación no fue destacable. A los veinte años piensa que es la hora de la alternativa… ¿Por qué?

Hace cuatro años, por un intercambio entre las escuelas de Madrid y San Cristóbal, partió a España donde ha hecho su carrera de torear; en un principio sin caballos, y hasta la presente, novilladas picadas; los últimos tiempos lo mantienen en Francia donde perfecciona su técnica. Además de las novilladas y festejos, sus apoderados son ganaderos; y el campo, ese que tanto nutre, es la parte que más le ha influenciado en su formación. Desde que se fue a Europa ha estoqueado más de 300 reses entre festejos sin caballos, festivales, novilladas y una cantidad importante, a puerta cerrada; es decir, este nativo de San Cristóbal, entendiendo que los toreros no tienen adolescencia, se ha dedicado con empeño a torear y a estar en el campo. Lo de las fiestas queda para después, profesionalismo entero es lo que tiene.

Castañeda mira con la profundidad que da la madurez, tiene claro que es el momento de ser matador de toros, la formación está allí sin prestarse a ninguna duda, sabe que no puede pasar más tiempo, los novilleros están es para formarse como buenos matadores, esto en Fabio está comprobado.

San Cristóbal se vislumbra a la puerta de la esquina. Su tierra, esa que lo vio de “sute” conocer las dos caras del toro, esa en la cual se fijan tantos, esa que como matador quiere representar demostrando que el profesional ha superado con dignidad la dureza de la formación: Fabio Castañeda, debe ser ya el otro matador del Táchira. Espera mostrarse en su plaza, sacar el pecho y “echar la pata pa´lante”. Es el momento, lo que se espera es que no aparezca la sentencia aquella de “amanecerá y veremos” para ver otro matador.