Orellana lidió pegándose arrimones, lo que hizo levantar al soberano de sus asientos. Foto: Gladys Castillo
Por: Nayib J. Benítez “Nayijo” - Revista Tendido Universitario
Ante un cielo parcialmente encapotado y con un cuarto de plaza en los tendidos, se llevó a cabo, este domingo 14 de octubre, la corrida extraordinaria denominada “Gran corrida de triunfos”; en la que dos toreros andinos de buen corte y un torero representante de la cantera aragüeña dieron un bonito espectáculo ante el público que asistió al coso de calicanto donde se lidió un encierro de la ganadería Campolargo.
César Vanegas (Pistacho y Azabache) dio inicio al festejo ante un bonito toro jabonero que remataba mucho en los burladeros a tal punto de partir uno de ellos en dos oportunidades; ya en la lidia resultó ser muy brusco y con muchos derrotes por el pitón derecho; pero por el izquierdo era noble y con buena embestida. César sólo dió una tanda por la izquierda y volvió por la diestra y el burel se terminó rajando. Lidió por pases aislados en tablas en los que resaltaron alguno que otro. Mató de tres cuartos de espada tendida sin puntilla. Una Oreja
En el 4to, segundo de su lote, un novillo-toro burraco, el de Seboruco lo entendió muy bien dándole cinco tandas de cinco pases cada una por la derecha en la que se vio excelente, mostrando una armonía toro y torero por la embestida del noble burel; César ejecutó la lidia en redondo, haciendo el compás muy a la española, lástima que no iba por la zurda. Mató de estocada delantera caída mas un descabello; se le otorgó una oreja bien merecida.
Rafael Orellana (Azul Rey y Oro) inició con un bonito castaño de 499 kg que durante la lidia se vino a menos a tal punto que el oriundo de Tovar optó por una faena encimista y llena de valor, estando cerca de la voltereta pues el morlaco daba muchos derrotes traicioneros. Dio buenos pases pero aislados, muy buenos, dadas las condiciones del toro. Mató de estocada entera contraria. Oreja
En el quinto, Rafael saludó al burel con bonitos y artísticos delantales que remató con buena media; ya en la muleta se vio mucho más torero, en comparación con el toro anterior, dando muletazos a un toro que se venía a menos y se buscaba las tablas completamente rajado, sin embargo siguió lidiando pegándose arrimones en tablas cerca del tercio de matadores, que hizo levantar al soberano de sus asientos. Mató de medio espadazo en todo lo alto y dos descabellos. Oreja
José Alberto García (Sangre de toro y Oro) lidió como primer enemigo a un novillo-toro de cortas embestidas y que sabía lo que dejaba atrás por lo que no pudo hacer mucho, se le vieron tres naturales buenos y otros pases que ejecutó de manera cruzada. Mató de estocda entera contraria luego de pinchazo. Palmas
En el que se cerró plaza, un colorado ojo de perdiz muy bonito, José Alberto toreó bien por la izquierda nuevamente, en la que dejó pases regulares y buenos; el resto de la lidia fue de manera cruzada por lo que quedaba descolocado para el siguiente pase; sin embargo dada la tosca condición de burel no pudo hacer más. Mató de espadazo entero sin puntilla con derrame. Palmas
INCIDENCIAS:
- El inicio del festejo se vio demorado 45 minutos por inconvenientes relacionados con la cuadrilla.
- Se pudo observar, antes y durante el festejo, la presencia de niños en las localidades de la plaza, luego de que (de manera absurda e ilegal) se prohibió la entrada de menores de 18 años al coso.
- Se hizo muy evidente la falta de mantenimiento de la plaza, pues los dos primeros toros de manera muy fácil arrancaron las tablas de los burladeros debido al pésimo estado en el que se encuentran, además de la falta de iluminación tanto interna como externa, de una plaza que en enero próximo arribará a los 80 años de fundada.
- El 5to toro de la tarde, segundo del lote del merideño Rafael Orellana, llevó por nombre “Avispado”, el mismo nombre que tuvo el toro de la ganadería de “Sayalero y Bandrés” que le quitó la vida al diestro español Francisco Rivera “Paquirri” el 26 de Septiembre de 1984 en la plaza de Pozoblanco (Córdoba, España).
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