Tres avisos y uno más

Tres nefastos avisos sonaron en la de San Sebastián de San Cristóbal.

Por: Giovanni Cegarra

En la recién fnalizada XLVII Feria Internacional de San Sebastián, en la ciudad de San Cristóbal, Estado Táchira, se observaron, se escucharon, se ejecutaron hechos sin precedentes, de casos de cosas y cosas de casos, que dejaron a la vista de todos el por qué la Fiesta Brava en Venezuela baila al son del cachondeo, de inescrupulosos,  de irresponsables, que hacen daño considerable a la afición, al espectáculo, al mundo del toro.

Avisos que muchos dejaron pasar, se hicieron de la vista gorda, no tuvieron la valentía y coraje de darlos a conocer a voz pública, tal cuales borregos que poco les importa la suerte de la Fiesta Brava, con tal de ellos satisfacer las apetencias particulares, personales, empresariales, ganaderas, en franco detrimento del aficionado y de la Fiesta Taurina.

El primer aviso sonaba horas antes de la novillada ferial cuando corrió como pólvora que los novillos habían sido afeitados y hasta se escuchó de amenazas de muerte en la Monumental de San Cristóbal si no se ejecutaba la vil acción, al parecer registrada en un video inalcanzable y que ojalá aparezca en bien de la Fiesta, si se hace la investigación, que ojalá sea cierta, y salga la verdad a luz pública.

Tres nefastos avisos sonaron en la de San Sebastián de San Cristóbal. Tres avisos de alerta para la Fiesta Brava Venezolana.

El segundo aviso retumba en el graderío de la Monumental de Pueblo Nuevo cuando los aficionados que acudieron a ella, observaron la lidia de los novillos disfrazados de toros, salvo el encierro lidiado en la última corrida de la Feria de San Sebastián, que sacó a medias la pata del barro que ya venía cundiendo las anteriores en el ruedo taurino sancristobalense.

El tercer aviso sonó clarito, escuchado, visto por todos "los ojitos que habrán de comerse los gusanos" de los aficionados presentes en la Monumental de Pueblo Nuevo, cuando todo un matador de toros, sordo y manipulador de aquel que poco conoce de los cánones de la tauromaquia, a su conveniencia apoyado por quienes lo aupaban desde el callejón, entre los que se incluye el Empresario-Ganadero y su entorno de empleados, lo impulsaron a incitar al público en solicitud de un indulto, que no tuvo el efecto irresponsable deseado, por la firmeza de la Comisión Taurina Municipal que dió los tres avisos de ley y el novillo torito se fue vivo al corral y ya allí, además de la payasada, anarquía e irrespeto del torero, no se permitió que fuera apuntillado como lo establece el Reglamento, en una clara demostración de ese desenfreno que impera en la irracionalidad de quien o quienes se dicen son amantes y defensores de la Fiesta Brava.

Tres avisos de alerta para la Fiesta Brava Venezolana, que bajo ningún concepto, debemos permitir se vuelvan a escuchar, que se repitan hechos y sucesos anárquicos, irresponsables, de amenazas e irrespeto a nuestra Fiesta Brava.

Tres avisos, señores de las Comisiones Taurinas que no deben dejar pasar por alto en las venideras Ferias Taurinas Venezolanas. Si tienen que rodar cabezas, pues que rueden, sin contemplación, con dureza y firmeza; si queremos, si quieren, que la Fiesta Brava, que no está prohibida en Venezuela, se mantenga.

El otro aviso, por los vientos que soplan, sonará en Valle de La Pascua, Estado Guárico y en Turmero, Estado Aragua, llano y centro venezolano, en las corridas de toros con motivo de las Festividades de La Candelaria, pues los "señores matadores de toros" harán las veces de subalternos, algo inverosimil, anti profesional, un claro y flagrante irrespeto a la profesión  y la Fiesta Brava  por parte del Empresario, y bajo ningún concepto y lógica debe ser permitido por la Asociación de Subalternos y la  Asociación Venezolana de Matadores de Toros. Todo un conflicto de intereses que hace daño a nuestra Fiesta Taurina.

No se crea que por decir las cosas como son estamos predisponiendo al aficionado, al empresario, al ganadero, o estamos contribuyendo a acabar la Fiesta, porque es todo lo contrario, queremos que la Fiesta Brava sea respetada y admirada como debe ser.