Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


Bono de colaboración desde 10 $ en: Asogata, 
Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
Contacto: 0412 658 4112

2/2/11

¿Cómo se conjuga el verbo callar?

Con sólo decir: “una figura del toreo no se presta para esto”, hubiera sido suficiente para confirmar su grandeza taurina. Foto: R. Gordon

por: Kike Rosales.

La feria Internacional de San Sebastián en lo taurino sacó relucir algo que está aconteciendo desde hace años; y el silencio de algunos, permite desmanes; la apertura de la temporada taurina desde San Cristóbal arrancó con “pena ajena” incluida; la Feria Gigante de América quedó en deuda con el nombre que se le conoce; la verdad, fue mas la vergüenza que el éxito.

Para lidiar una corrida de toros existen una serie de requisitos que se deben cumplir:
edad mínima de 4 años del animal,
peso desde de 435 kg y
tener las astas intactas; es decir: sin ”afeitado”,
con sólo dejar uno de estos requisitos al margen, ya se está faltando al reglamento; todo lo escrito anteriormente, no se vio en la plaza de Pueblo Nuevo; y nadie dijo nada. Callando la comisión taurina quien debe velar por ello; y matadores como Ponce que lidiaron animales que solo saldrían en un festival dejando casi de lado la importancia que él como torero ha conseguido; con sólo decir: “una figura del toreo no se presta para esto”, hubiera sido suficiente para confirmar su grandeza taurina.

Negar que las corridas de toros fueron mal presentadas, sería una estupidez enorme; arrancar con una novillada bien presentada y llegar a la primera corrida viendo los supuestos “toros”, fue mas un “salto atrás” que un avance.La renuncia del presidente de la comisión taurina después de finalizada las corridas nos indica que “algo está podrido en Dinamarca”, ello da pie para pensar qué cantidad de cosas pasaron que sólo el Dr. Moros Puentes podría aclarar cuando él lo considere conveniente.

Hubo varios miembros de la comisión, que ante la salida de algunos animales miraban el piso como esperando aquello de: “trágame tierra”, pasando el índice por la barrera y preguntando en voz quejumbrosa ¿ala, como se conjuga el verbo callar?

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