Preparándose
concienzudamente en el campo bravo a días de su actuación en Madrid.
Este sábado a iluminar la tarde venteña.
Por: Jesús Ramírez "El Tato"
Jesús
Enrique Colombo vivió este año una importante regularidad triunfal en cosos de
América, con una agenda solidaria desde el inicio en Duitama el 6 de enero,
hasta su más reciente triunfo en el festival de Torre Pacheco, Murcia inmediatamente
después de los éxitos clamorosos de Tovar y Tacabamba, Perú.
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El joven
espada y su mentor Ruiz Palomares en pos del triunfo venteño para abrir
puertas.
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Escribir
de JEC sin mencionar su valor seco y capacidad creativa, sería como escribir de
Napoleón sin mostrar su inteligencia militar, pero hay que confiar y esperar
que su toreo de entrega y oficio que ilusiona a todos, no se pierda en la
productividad numérica de las orejas provincianas, y que la clave, sin
desespero y apuro, sea el compromiso de auto exigencia, capacidad de triunfo y
con un entorno claro que valore más como se han cortado las orejas y no cuantas
se han cortado en cada corrida, y que además, podamos asegurar y comprobar, que
ahora sí ha despertado influencia en el público aficionado que pasa por
taquilla movido por su toreo fresco y valeroso.
JEC desde
la calma de su sereno optimismo torea en Madrid, Las Ventas y Lima, Acho, sus más
importantes compromisos de esta temporada. Debe estar consciente que la única
manera de ganar o perder es apostando, y en Madrid sobre todo, puede encontrar
la llave oculta que lo devuelva a las plazas de primera de España que le
reconocieron valía de novillero.
Y en ese
camino duro y áspero hacia el definitivo ascenso profesional, la humildad y la
constancia, son el mejor aliado para el esperado triunfo venteño que le
deseamos fervientemente tras una evolución consolidada, para que aflore el
colombismo real que lo respalde en la taquilla y no solamente en el
supermercado de las redes sociales. A por el triunfo consagratorio en
Madrid. Que no hay vuelta atrás.
(B -
F.R.)
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